Resulta habitual acercarse a las redes sociales profesionales con la intención de cambiar de trabajo. Y lo mismo sucede a la inversa: que los departamentos y empresas de recursos humanos consideren los perfiles de estas redes en su búsqueda del candidato ideal. Pero, realmente, ¿qué se puede esperar de estas redes sociales profesionales?
¿Sirven para encontrar trabajo?
Redes como Xing, con fuerte presencia en Europa y en España tras la adquisición de Neurona y eConozco; LinkedIn, extendida en América y el resto del mundo; o Viadeoconstituyen grandes ejemplos de redes sociales profesionales.
A grandes rasgos, los usuarios colocan sus currículos en estos sitios, pero también definen lo que pueden aportar laboralmente, sus puntos fuertes
¿En qué consisten? A grandes rasgos, los usuarios colocan sus currículos en estos sitios, pero también definen lo que pueden aportar laboralmente, sus puntos fuertes, además de lo que desean encontrar en la red social en cuestión: nuevas colaboraciones, nuevos trabajos, ampliar conocimientos, etc.
Fundamentalmente tienen dos usos prácticos: las personas que quieren cambiar de empleo y los empresarios que desean fichar a algún trabajador o buscar clientes y aliados.
Respecto al primer uso, explica José Antonio del Moral, director de Alianzoy experto en redes sociales, que los trabajadores pueden mandar un mensaje por si alguien de su red de contactos necesita en ese momento a una persona con su perfil.
Esta posibilidad se ve favorecida porque “las empresas promocionan que sus empleados recomienden gente, ya que estas incorporaciones suelen dar menos problemas”, señala.
‘Marketplace’ de personas
El segundo uso proviene de las empresas o de los profesionales que buscan personal en estas redes, y constituyen lo que del Moral denomina ‘marketplace’ de personas.
“El otro día me llamó un conocido para preguntar sobre dos personas de mi lista de contactos de LinkedIn, para un puesto que encajaba con sus perfiles. Esto se emplea bastante y se usará más en el futuro; de hecho, los cazatalentos lo utilizan desde hace tiempo”, revela.
Fundamentalmente tienen dos usos prácticos: las personas que quieren cambiar de empleo y los empresarios que desean fichar a algún trabajador o buscar clientes y aliados.
De estos dos usos referidos, los que más partido pueden sacar de estas redes son los profesionales autónomos y las Pymes, como apunta Emilio Márquez, creador de Marquezey director de Networking Activo.
“Por ejemplo, resulta útil para orientar a un director comercial de un producto nuevo en España, que puede buscar comerciales en la red social; o si se quiere exportar un producto a Alemania y no se sabe alemán, a quién se debe dirigir uno”, explica.
“Entonces se pegan un par de toques a contactos que puedan ayudar. Las redes sociales profesionales sirven perfectamente para todo ese tipo de historias”, añade Márquez.
¿Cómo afrontar una red social profesional?
Uno de los puntos claves de las redes sociales profesionales consiste en que posibilitan generar nuevas oportunidades laborales, en caso de que las necesidades de las dos partes coincidan. Como dice Márquez, constituyen “un currículo vivo, que interactúa con los compañeros de la persona y con los conocidos, que le pueden recomendar”.
Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa y bloguero experto en Internet y nuevas tecnologías, plantea que las redes sociales profesionales presentan una utilidad evidente, pero como apoyo a las redes sociales que toda persona ya tiene en el mundo físico.
Uno de los puntos claves de las redes sociales profesionales consiste en que posibilitan generar nuevas oportunidades laborales, en caso de que las necesidades de las dos partes coincidan
“Sirven para formalizar las relaciones en un sólo sitio, lo que permite acceder a los datos de contacto actualizados o explorar las redes sociales de los amigos”, subraya.
Precisamente, este tipo de redes publicitan con profusión este último punto, la posibilidad de acceder a los amigos de los amigos sucesivamente, en un intento de convertir en realidad el refrán que afirma que el mundo es un pañuelo.
Primero, se debe aportar
A pesar de que muchos usuarios empleen las redes sociales profesionales con el propósito de cambiar de empleo, Dans considera que se trata de un planteamiento “erróneo” y una “limitación de horizonte total”.
En opinión de este experto, dicho uso resulta “completamente utilitarista”, porque en las redes sociales “debe haber un equilibrio” entre las veces que la persona aporta a la red y las veces que recibe de ella.
“Si sólo se mete en la red social para conseguir cosas, la gente no tendrá muy alta estima de esta persona, se le considerará un pesado, porque lo que esperan de ella es que les dé la lata”, recalca Dans.
Emilio Márquez cree que la participación en la red social se debe caracterizar por “ayudar al que venga de fuera” y además guardar unas normas de etiqueta básicas
Emilio Márquez coincide en que la participación en la red social se debe caracterizar por “ayudar al que venga de fuera” y además guardar unas normas de etiqueta básicas (como no mandar mensajes a muchas personas a la vez o “no comenzar a coleccionar contactos como si fueran cromos”).
Por otro lado, Dans y Zarzuelo coinciden en la necesidad de mantener un perfil actualizado y de cuidar a los contactos, “porque no queda bien desatender a las personas que se conocen fuera de Internet”, apunta Dans.
Relaciones de confianza
Las redes sociales profesionales pueden ayudar si se desea contactar con gente que no se conoce personalmente, pero cuyos perfiles resultan interesantes. Sin embargo, esta intención puede chocar con la realidad de que muchos contactos sigan la política de no aceptar a quien no conocen en persona.
La mayor frialdad en el trato respecto a la comunicación cara a cara provoca que sea más difícil que fructifique un contacto si no hay una tercera persona conocida de ambos extremos
Por otra parte, la mayor frialdad en el trato respecto a la comunicación cara a cara, provoca que sea más difícil que fructifique un contacto si no hay una tercera persona conocida de ambos extremos que los una.
“Tampoco las redes sociales profesionales online son la panacea. La mayor parte de las relaciones en Internet no son de confianza”, destaca Emilio Márquez. “Se puede tener al director europeo de Yahoo! como contacto, pero si no se conoce en persona, aunque se le manden mensajes, no vale para nada”, indica.
Poner cara a las relaciones en Internet
Sin embargo, se dan casos en que, aunque no haya la suficiente confianza, los contactos sí se pueden ayudar mutuamente porque les interesa aprovechar la velocidad de respuesta que pueden obtener de Internet respecto a otras alternativas como el teléfono.
Por ejemplo, si se traslada una cuestión a tres personas que, a su vez, se encargan de pasar la petición a sus respectivos contactos, se puede lograr la información requerida de forma más rápida.
En las jornadas de negocios la gente que pertenece a la red social profesional privada de su empresa se conoce y charla entre sí, y de esto modo estrecha lazos
Ante esta situación en que las personas necesitan crear contactos con personas que no conocen personalmente, Márquez promueve una vía intermedia y complementaria de estas redes.
Se trata de restituir a los contactos exclusivamente de Internet la relación de confianza de las relaciones en persona y, al mismo tiempo, mantener la inmediatez y agilidad de la Red: la organización de jornadas de negocios.
En ellas la gente que pertenece a la red social profesional privada de su empresa se conoce y charla entre sí. “Si no, los contactos hechos sólo por Internet, no iban a valer para nada”, concluye.
¿Cuenta ‘premium’ o gratuita?
Las redes sociales profesionales como Xing, LinkedIn o Viadeo suelen presentar características similares. Como gancho, resulta habitual que durante el primer mes el usuario pueda probar gratuitamente todo el potencial de las cuentas ‘premium’, que no tienen ninguna limitación pero que son de pago, por una cantidad que oscila entre los 5,95 y los 14 euros.
Resulta habitual que durante el primer mes el usuario pueda probar gratuitamente todo el potencial de las cuentas ‘premium’, que no tienen ninguna limitación pero que son de pago
Sin embargo, pasado el mes de prueba, el usuario que no quiera pagar la cuota mensual sólo puede acceder a una versión básica, con bastantes limitaciones. Por ejemplo, no se pueden enviar mensajes privados dentro del sistema.
Esto, en la práctica, les impide iniciar ninguna relación a menos que se dediquen a solicitar permiso para contactar con las personas que les interesen.
Esta situación se produce porque la gran mayoría de los usuarios sólo ofrecen los datos de contacto a aquellas personas a quienes hayan admitido en su red, pero, en cambio, con la cuenta ‘premium’ es posible saltar este hecho porque se permite enviar mensajes internos.
Buscador útil
Por otro lado, una de las aplicaciones más interesantes que ofrecen este tipo de redes se encuentra en el buscador, mediante el que se puede concretar la búsqueda con bastante detalle.
Así, es posible determinar aspectos como el puesto, el sector, lo que busca la persona, lo que ofrece, los intereses, el lugar de estudios, los datos de contacto, etc. Sin embargo, en la modalidad básica esta capacidad se encuentra limitada y no se puede concretar con mucha precisión.
Emilio Márquez: “Requiere tiempo aprovechar todas las cualidades que tienen las redes sociales”
¿Qué se debe hacer si se quiere exprimir las capacidades de estas redes? Márquez subraya, que más que el dinero de la cuota mensual, “el tiempo supone el mayor coste”, porque para conseguir unos buenos resultados se deben dedicar horas de trabajo.
En caso de no tenerlo, este experto recomienda no pagar la suscripción. “Requiere tiempo aprovechar todas las cualidades que tienen las redes sociales: poder acudir a cualquier tipo de proveedor a lo largo del mundo o conseguir trabajadores de cualquier tipo de profesión o capacitación, sin necesidad de acudir a una bolsa de empleo o a una empresa cazatalentos”, sostiene.