«Boom» de planes de pensiones garantizados

Los nuevos planes garantizados ofrecen rentabilidades anuales de entre el 2,5% y el 3,5%, aunque hay que mantener la inversión hasta vencimiento
Por Gracia Terrón 24 de noviembre de 2008
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Imagen: Steve Woods

La seguridad: principal objetivo

Este año, ni cafeteras, ni consolas, ni DVD. El regalo que más aprecian los partícipes de planes de pensiones no es material. Es la seguridad: saber que el dinero que ahora están invirtiendo no perderá valor ni en el corto, ni medio, ni en el largo plazo. De ahí que en la campaña de pensiones de este ejercicio (habitual de los meses de noviembre y diciembre) estén proliferando las nuevas ofertas de planes garantizados, básicamente de renta fija, productos que, además de proteger el capital invertido inicialmente, ofrecen un tipo de interés seguro a vencimiento.

En los últimos años, este tipo de planes de pensiones garantizados han tenido un éxito absoluto tanto en captación de partícipes como de capital. Según los últimos datos publicados por INVERCO (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones), cuentan con un patrimonio de 8.447 millones de euros, un 16% del total invertido en planes de pensiones (50.920 millones de euros). En la actualidad, hay más de un millón de cuentas de partícipes que tienen su dinero invertido en este producto cuya principal baza es que el dinero no corre ningún riesgo siempre que se mantenga hasta vencimiento. Conviene tener en cuenta una serie de cuestiones antes de apostar por uno de estos productos: garantías, plazos, rentabilidad y fiscalidad.

Garantías

Como su nombre indica, los planes de pensiones garantizados se caracterizan porque dan garantías al inversor. En su inmensa mayoría, garantizan el capital invertido a vencimiento, es decir, al final de la vida del producto. Además, ofrecen un tipo de interés, que puede ser fijo o variable, en función de unas condiciones anunciadas de antemano. Por ejemplo, en los planes de pensiones garantizados de renta fija las gestoras suelen ofrecen un interés fijo (que en la actualidad ronda el 2,5-3% anual). En los planes garantizados de renta variable, el interés no es fijo, sino que suele depender de la evolución de una serie de acciones o índices bursátiles.

En estos productos las garantías se aplican siempre que el inversor mantenga su dinero desde el principio y hasta el final del plazo del producto. Al igual que en fondos de inversion, la garantía en planes de pensiones sólo opera para los partícipes que se quedan hasta el vencimiento, según comenta Ángel Martínez Aldama, director general de INVERCO. En el supuesto caso de que un partícipe decida traspasar su ahorro de un plan de pensiones a otro antes de tiempo o, por ejemplo, que se jubile antes de que venza su plan garantizado y quiera rescatar su dinero, se anulan todas las garantías dadas en el producto. En estos casos, la rentabilidad dependerá del valor liquidativo de la participación en el mercado, que se calcula diariamente.

El “boom” de nuevos planes de pensiones garantizados que está acogiendo el mercado actual se limita a planes de renta fija. Estos productos cuentan con estructuras bastante comprensibles para el inversor: garantizan, por lo general, el 100% del capital invertido y ofrecen un interés fijo a vencimiento.

Los planes garantizan el 100% del capital invertido y ofrecen un interés fijo a vencimiento

Bien distinto es el caso de los planes de pensiones garantizados de Bolsa. Aunque en la actualidad no hay productos de este tipo en periodo de suscripción, todos aquellos que tengan contratado un plan de estas características deben saber que su funcionamiento es algo más complejo. Lo habitual es que den un porcentaje de revalorización determinado de la subida que experimenten una o varias acciones o índices. Por ejemplo, un producto puede ofrecer un 30% de lo que suba el Ibex-35 en un periodo determinado; no obstante, existirá una notable diferencia en rentabilidad si la gestora toma medias mensuales o calcula la revalorización punto a punto (teniendo únicamente en cuenta en qué nivel se encontraba el índice en la fecha de contratación y en qué cota estaba a vencimiento).

Los expertos aseguran que son más rentables los planes garantizados de Bolsa que calculan su rentabilidad punto a punto que los que toman medias. Además, conviene ser precavido y tener en cuenta si la gestora pone algún tipo de exclusión o límite para dar la garantía de capital. Hay productos en los que se anula la garantía del capital invertido si una acción o índice al que esté referenciado el producto cae mucho (por ejemplo un 20% o un 30%). En principio, pueden parecer caídas espectaculares que no van a darse, pero con la actual incertidumbre bursátil conviene huir de productos con este tipo de cláusulas. De hecho, en las últimas semanas se han producido caídas de hasta un 9% en sola una sesión.

Plazo

Una de las principales diferencias entre los planes garantizados y los que no lo son es que los primeros se comercializan por un periodo de tiempo determinado, que puede ir desde tres hasta 25 años. También su periodo de suscripción tiene un plazo determinado, y pasado el mismo ningún partícipe puede invertir en dicho plan. Sin embargo, en los planes de pensiones no garantizados se puede invertir cuando se quiera y también salirse cuando se desee, ya que no cuentan con plazos de inversión definidos.

Desde el punto de vista del horizonte de inversión, los garantizados son apropiados para partícipes cercanos a la jubilación. Estos productos tienen plazos concretos: 3, 5, 10, 15 ó hasta 25 años. El cliente debe calcular cuánto tiempo le queda hasta jubilarse para ver la conveniencia o no de contratar este producto. Lo apropiado es contratarlo a plazos no superiores a 10 años. Por ejemplo, a partir de los 55 años, que es cuando un ahorrador debe ir adoptando posiciones más conservadoras con su plan de pensiones.

Son los planes apropiados para los clientes que deseen planificar la rentabilidad obtenida de la inversión de sus ahorros

En caso contrario, puede dejar pasar la posibilidad de revalorizar más el ahorro con otro tipo de instrumentos. Por ejemplo, no es nada recomendable contratar un plan garantizado que presente un plazo de 25 años, ya que es un periodo de tiempo muy elevado en el que el ahorro se estaría remunerando a un tipo de interés bajo. Se considera un plazo muy extenso para tener el dinero cautivo. Cuando se contratan planes garantizados a largos plazos el partícipe suele perder la oportunidad de disfrutar de los mayores beneficios que aportan otro tipo de inversiones, más arriesgadas. Por esto es por lo que los garantizados son ideales para los partícipes que están a punto de jubilarse, pues consolidan sus ganancias, acumuladas durante toda su vida laboral y saben a ciencia cierta que no perderán capital con su plan de pensiones en su último tramo dentro del mercado de trabajo. Es decir, estos planes son especialmente adecuados para los clientes que deseen planificar la rentabilidad obtenida de la inversión de sus ahorros.

Además, son los planes idóneos para quienes no deseen asumir riesgos con su dinero. En momentos como el actual, de gran inestabilidad en los mercados, con gran volatilidad en las Bolsas e incertidumbre en el mercado de renta fija, los planes protegidos ofrecen una alternativa a tener en cuenta para los partícipes de perfil conservador que buscan certeza en su inversión. También pueden contratar un plan garantizado los inversores de perfil de riesgo bajo que, pese a que les quede mucho tiempo para jubilarse, no están dispuestos a correr ningún tipo de riesgo con su ahorro. En este caso, no obstante, una vez que vence el plazo del plan garantizado, el ahorrador debe buscar un nuevo plan al que traspasar su ahorro. Las entidades suelen ofrecer siempre un producto de similares características, aunque es finalmente el ahorrador quien debe decidir a qué plan traspasa su dinero.

Rentabilidad final

La rentabilidad final de los planes de pensiones garantizados dependerá de si el titular se queda o no hasta vencimiento. En caso afirmativo, no hay que preocuparse de si las rentabilidades diarias o mensuales no son positivas, ya que al vencimineto la garantía se ejecuta aunque el valor liquidativo sea inferior al garantizado.

En cualquier caso, al igual que el resto de planes de pensiones, los garantizados ofrecen una valoración de la participación cada día. INVERCO ofrece mensualmente los ranking con las rentabilidades de todos los planes de pensiones. A cierre de octubre, los planes de pensiones garantizados acumulaban una caída media anual del 0,93%. Los mejores productos son los planes garantizados de “La Caixa PlanCaixa Futuro 17”, “PlanCaixa Invest 17” o “Plan Caixa Futuro 11” que ganan más de un 6% este año. En este caso, los partícipes que decidieran traspasar su ahorro obtendrían ganancias (para saber a cuánto asciende la rentabilidad total hay que tener en cuenta el valor de la participación cuando se contrató el producto y a cuánto está cuando se vende). Por el contrario, a la cola de la clasificación por rentabilidad de los planes garantizados se sitúan productos como el “Seguridad Activa 2031” de Caixa Galicia o el “Futurespaña Horizonte”, de Caja España, con pérdidas superiores al 26% en este ejercicio. En estos casos, lo más acertado es mantener la inversión, ya que traspasar el ahorro o reembolsarlo en estos momentos sería perder dinero.

Fiscalidad

Respecto a su fiscalidad, la de los planes de pensiones garantizados es exactamente la misma que la de los planes no garantizados: reducen la base imponible del contribuyente en límites diversos según se trata de un titular del País Vasco, Navarra o el territorio general.

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