A mediados de los años 90, la mayoría de los usuarios domésticos tenían en sus casas ordenadores conocidos como “clónicos”. Estos equipos se montaban en talleres locales o en distribuidores independientes, los cuales incluían su logotipo en la carcasa de los ordenadores. Con características, componentes y rendimientos similares a los de los equipos realizados por fabricantes reconocidos, estos aparatos se impusieron por su buena relación de calidad/precio. Según la consultora Deloitte, en el último año y con un escenario de reducción de costes, la compra de clónicos vuelve a ser una tendencia al alza.
Favorecidos por la crisis
Todos hemos tenido alguna vez entre las manos un dispositivo clónico, aunque no fuéramos conscientes de ello. Tanto teléfonos como ordenadores portátiles o videoconsolas tienen componentes que han sido elaborados en serie por empresas externas al fabricante principal. Desde procesadores hasta placas de microcircuitos pasando por las carcasas se han encargado a factorías especializadas. En el sector de la tecnología, además, hay productos totalmente creados a partir de piezas ensambladas que representan un volumen importante de ventas, de tal suerte que sus lanzamientos forman parte de los más vendidos en determinados nichos del mercado.
En sectores como la telefonía, los terminales clónicos están ganando terreno
Desde móviles hasta ordenadores, pasando por ratones, monitores, lectores de CD y DVD, reproductores de MP3 o grabadores de televisión; tanto el hardware informático como la imagen y el sonido se nutren de aparatos alternativos a los de los grandes fabricantes que permiten al usuario poder comprar un reproductor de canciones asequible aunque no sea un iPod, o adquirir un portátil eficaz en el trabajo aunque no sea un Sony Vaio, por citar ejemplos extremos.
Un sector creciente
Los clónicos ya estuvieron de moda en los años 90 del pasado siglo, con el boom de Internet, sobre todo en entornos corporativos y en el sector de los ordenadores de sobremesa, que ya de por sí suponen un conjunto de periféricos interconectados. Así, los llamados “clónicos” consistían en una carcasa con un conjunto de tarjetas, placas, ventiladores y complementos ensamblados en la torre del ordenador propiamente dicho. También se ofrecían televisores y teclados, todo ello montado de manera artesanal en talleres locales.
La solución a la crisis pasa por dejar de mirar el diseño y la exclusividad y retornar al campo de los “clónicos”
Ahora la situación de crisis no permite adquirir a precios elevados equipos informáticos, pero nadie puede prescindir de ellos, y menos las empresas. En un entorno digital consolidado, los ordenadores y los móviles son imprescindibles para trabajar. Así, la solución se encuentra en dejar de mirar el diseño y la exclusividad y retornar a este campo que tan buenos resultados dio antaño.
Normalmente, este tipo de productos tienen un precio más bajo debido a que el fabricante se ahorra los costes asociados a la puesta en el mercado del producto, que corre por cuenta del distribuidor. Como este último suele tener el canal de distribución ya diseñado, no le resulta costoso hacer llegar el producto al punto de venta y por tanto puede ponerlo a precios competitivos con los grandes del sector y con una calidad equiparable.
El problema de la reposición de piezas
Entre esta nueva hornada de clónicos no todos los aparatos tienen la misma calidad, ya que depende de los requerimientos impuestos por los distribuidores de tecnología, que determinan los diferentes acabados y los componentes, así como las diferentes calidades de los materiales empleados en su construcción.
El único “pero” que se les puede encontrar a estos aparatos respecto a los de los grandes fabricantes tradicionales es el servicio posventa
El único “pero” que se les puede encontrar a estos aparatos respecto a los de los grandes fabricantes tradicionales es el servicio posventa. Aunque la mayoría suelen tenerlo, la reposición de piezas averiadas queda en función de que el distribuidor cambie o no de fabricante. Si cambia, puede resultar difícil encontrar determinadas piezas. En los fabricantes tradicionales, en cambio, los canales de reposición de piezas son más sólidos, al tener un ámbito global en lugar del local de los clónicos.
Made in China
Las grandes compañías como Dell, Acer, Hp o Toshiba, o bien Nokia, Blackberry o HTC, también se nutren de accesorios clónicos, aunque el consumidor no lo sepa. La diferencia con los aparatos ensamblados en talleres locales es que sus ordenadores, móviles o videoconsolas se fabrican en cadena en grandes fábricas, e incluso en ciudades que son en sí mismas grandes factorías de ensamblaje y fabricación de componentes. De hecho, los componentes que se ensamblan en los talleres locales de Europa y Estados Unidos también son fabricados en estas ciudades-fábrica que se sitúan en China, la India y otros países del sureste asiático.
Shenzhen, la ciudad-fábrica
Uno de los secretos mejor guardados por la industria tecnológica es dónde se fabrican sus dispositivos. En China existen ciudades como Shenzhen, situada cerca de Hong Kong, con más de 13 millones de personas trabajando directa o indirectamente en la fabricación de ordenadores. En las factorías de Shenzhen se puede fabricar un pedido para una empresa concreta durante una semana, y a la siguiente estar fabricando el modelo de la competencia. La fabricación se hace al por mayor y a base de añadir las piezas que pide la casa madre. Los sueldos son bajos, el rendimiento muy alto y, por tanto, las cuentas cuadran.
Son pocas las empresas que tienen sus propias fábricas y muchas utilizan los mismos centros de ensamblaje que la competencia
En China y Taiwan hay fábricas especializadas en cualquier tipo de producto. Empresas de tecnología de todo el mundo viajan allí a buscar factorías donde utilizar las cadenas de montaje para ensamblar sus productos. Estas fábricas pueden cambiar muy fácilmente los moldes, añadir o quitar algún componente electrónico e incluir un software diferente, y seguir produciendo el mismo producto pero bajo logotipos diferentes. De hecho, muy pocas empresas poseen sus propias fábricas y muchas utilizan los mismos centros de ensamblaje que la competencia.
Con base en Taiwan, el gigante Foxcon, con más de 450.000 empleados, es conocido por ser la empresa encargada del montaje de los iPhone de Apple. Hace unos meses, una trabajadora de una de las fábricas en Shenzhen se hizo mundialmente famosa al conseguir filtrar a la Red una fotografía realizada con unos de los móviles que ensamblaban para probar la cámara. Este acontecimiento supuso una gran incomodidad tanto para trabajadores como directivos, ya que todos huyen de las primeras páginas de los periódicos con el fin de poder seguir trabajando discretamente.
Foxcon es la responsable de la fabricación de placas madres para empresas como Dell, HP y Sony, tarjetas gráficas para NVIDIA, las consolas XboX360, PlayStation 2, Playstation 3 y Nintendo Wii. Además de otros productos de Apple como el iPod Nano, el Macbook Pro y el Macbook Air. También ha sido la empresa encargada de la fabricación del lector de libros electrónico Kindle de Amazon. Empresas españolas, como Infinity System (Airis) o Blusens, disponen de sus departamentos de I+D+i y marketing en España, pero la elaboración y el ensamblaje de sus productos se realiza en fábricas chinas.
Moldes de alquiler
En dispositivos de gama baja, incluso se llegan a compartir los moldes, por lo que muchos productos son iguales físicamente y sólo se diferencian por el cambio de logotipo o color. Esto sucede con cualquier tipo de dispositivo, como reproductores de MP3, teléfonos o televisiones, y es debido a que el molde tiene un coste elevado y las empresas con un perfil más bien bajo no pueden hacer frente al gasto si quieren lanzar al mercado un producto competitivo.
En dispositivos de gama baja, incluso se llegan a compartir los moldes entre aparatos de diferentes fabricantes, por lo que apenas se diferencian entre sí
Además, muchas de estas fábricas también cuentan con moldes genéricos que facilitan a las diferentes empresas que necesiten hacer un dispositivo determinado. Estos moldes pesan toneladas y se suelen realizar en centros situados a muchos kilómetros de distancia de las fábricas, por lo que deben ser transportados hasta las mismas. Después, una vez hayan sido utilizados, las empresas pueden almacenar sus moldes en centros de repositorios.
Hay miles de fábricas en Asia y muchas compañías, como por ejemploASIAM Business Group, están especializadas en asesorar a las empresas de occidente sobre cuáles son las fábricas que mejor se adaptan a sus necesidades de producción. La existencia de estos asesores se debe a que se dan muchas estafas en estos países: por ejemplo ha habido empresas que han realizado los pagos pertinentes, una vez visitada la fábrica, y posteriormente la misma desaparece sin entregar el pedido. Por otra parte, hay fábricas que sólo trabajan con una lista de proveedores de componentes limitados y es necesario conocer de antemano todas las condiciones.
Móviles clónicos
Empresas como Movistar, Vodafone y Orange lanzan al mercado diferentes modelos de móviles bajo sus propios logotipos que están fabricados por terceros
En el sector de la telefonía móvil es donde mejor funcionan los aparatos clónicos, que son ofrecidos bajo la enseña del operador de telecomunicaciones. Así, empresas como Movistar, Vodafone y Orange lanzan al mercado diferentes modelos de móviles bajo sus propios logotipos que están fabricados por terceros, ya sean manufacturas de ensamblaje o productos terminados encargados a otros fabricantes del sector, como Sharp, Huawei, o bien ZTE y el francés Sagem.
Estos últimos son los proveedores habituales para la fabricación de móviles y dispositivos con el anagrama de Vodafone. Según estimaciones de la industria, el ahorro para los usuarios está situado entre el 15% y el 35%. Otra empresa española, AMPER, también fabrica terminales móviles para empresas del sector de la telefonía móvil.
Una de las últimas empresas de telefonía móvil en anunciar su propio terminal es Orange, quien ha presentado su primer teléfono smartphone, denominado Orange Vegas. Este dispositivo incluye una cámara de 1,3 megapixeles, conexión GSM/GPRS, conectividad bluetooth, pantalla táctil de 2,4 pulgadas y radio FM. Dispone de una memoria interna de 256 megabytes y viene con una tarjeta miniSD de un gigabyte de capacidad. Entre sus puntos débiles destaca por no disponer de conectividad 3G ni wifi, además de la poca resolución de su cámara de fotos. En cuanto a duración de la batería, tiene un tiempo estimado de tres horas en conversación y 170 horas en espera.
750.000 terminales de los 16 millones de móviles distribuidos en 2008 en el mercado español fueron clónicos
Según los datos de la consultora GFK, en 2008 del total de 16 millones de móviles distribuidos en el mercado español, 750.000 fueron terminales clónicos. Esta cifra representa el doble de móviles que en 2007. En términos generales, estas ventas suponen el 3,7% de las ventas de minoristas. Entre los operadores, Vodafone es el responsable del 90% de las ventas de estos terminales con logotipo propio entre sus clientes. Entre los modelos con más éxito se encuentra el “Simply”, pensado como un móvil de uso sencillo para personas mayores.
En España, una de las empresas más conocidas del ámbito tecnológico es Vitelcom, situada que el parque tecnológico de Málaga. Creada en 2001, Vitelcom estaba especializada en la fabricación y ensamblaje de dispositivos basados en tecnologías móviles, como los teléfonos. Es conocida por haber fabricado teléfonos móviles y módems para Movistar entre los años 2002 y 2007, llegando a vender más de 1,5 millones de terminales. Sin embargo, en 2007 esta compañía se declaró en quiebra al romper las relaciones con Telefónica.