Colocar una ducha, una bañera, un inodoro o un lavabo en casi cualquier parte de la casa es posible. Sólo hace falta un triturador eléctrico y un sistema de bombeo que se encargue de conectar con la tubería de evacuación o bajante. De manera rápida, sin apenas obras, se puede disfrutar de un baño nuevo en la vivienda.
Según el modelo, la distancia a la que los sanitarios pueden estar de la red general varía. El alcance máximo puede llegar a los siete metros de altura (en vertical) y hasta 100 metros de distancia (en horizontal), por lo que los trituradores facilitan la instalación en desvanes, sótanos, garajes, huecos de escalera o estancias alejadas de las tuberías principales.
La composición de los trituradores es sencilla: un cuerpo en el que se localizan las conexiones de evacuación, un motor, una válvula antirretorno y la tubería de evacuación, que llega hasta la tubería de evacuación principal. A pesar de todo, admite la eliminación de aguas sucias, desechos y papel higiénico.
Funcionamiento
Para eliminar los residuos sin problemas, es necesaria una distancia mínima -de unos 20 centímetros- del sanitario al triturador. De esta forma, se consigue que el agua que caiga de uno a otro empuje los restos hacia la tubería de evacuación. Un sistema especial de destrucción o una cuchilla alojada en el motor se encargan de eliminar los sólidos, mientras una bomba los dirige hacia la bajante. En el recorrido, la tubería de evacuación requiere una pendiente de entre un 1% y un 3%, así como una presión suficiente.
En duchas y lavabos, también se debe respetar una distancia (altura) suficiente entre el tubo de salida de agua y el triturador para garantizar la evacuación de las aguas sucias. Incluso es posible instalar una válvula antirretorno. Respecto a las tuberías, en todos los casos (inodoro, ducha, lavabo…) pueden instalarse tuberías de cobre o PVC.
El uso de filtros y una limpieza regular evitan los malos olores
Si la instalación es correcta, el triturador no tiene por qué desprender olores. Hace falta, eso sí, un mantenimiento regular. Algunos trituradores disponen de filtros para limitar la salida de olores. Además, hay que cuidar la limpieza del triturador con productos desincrustantes que destruyen el sarro sin dañar el resto del aparato. Los equipos cuyas piezas se pueden desmontar resultan más sencillos de sanear.
