Cuentas, libretas de ahorro, tarjetas de crédito, seguros… En el mercado financiero conviven numerosos productos bancarios, cada año más. Y la mayoría de ellos tiene comisiones, aunque cada vez es más frecuente que se exima al usuario de su abono, un gesto que supone un gran ahorro para el cliente. Para beneficiarse de esta exención, primero hay que calcular cuánto se paga al banco por este concepto. En segundo lugar, es necesario estudiar los productos de otras entidades financieras que no las apliquen y, por último, decidir un cambio de banco o negociar con el actual para que deje de cobrarlas.
Contratar productos con comisión «cero»
En la coyuntura actual las economías domésticas agradecen cualquier ahorro, por pequeño que sea. Éste puede derivar de los productos bancarios con “comisión cero”. No son todos, pero cada vez hay más que dispensan a los clientes del cobro de porcentajes por determinados conceptos. En líneas generales, el panorama actual en nuestro país el siguiente:
Fondos de inversión y fondos de pensiones. Llevan asociada siempre una comisión de gestión y otra de depósito. Las cobra la gestora, no el banco. Ambas, al igual que la de reembolso (para el caso de los fondos que la tienen), forman parte intrínseca del producto. Las comisiones de gestión son más elevadas cuanto más trabajo ocasionan: las de fondos que invierten en Bolsa son más altas que las de fondos monetarios. No hay posibilidad de eliminarlas.
Depósitos a plazo. Es habitual que no lleven aparejado ningún tipo de comisión.
Cuentas y tarjetas. Si bien disponen de comisiones asociadas con unos precios estandarizados, están -en la mayor parte de los casos- personalizadas en función del perfil del cliente. El banco puede decidir si cobra o no la comisión y a qué precio (todo el precio autorizado, sólo una parte o nada). Para ello, tiene en cuenta criterios como la mayor o menor vinculación del cliente con la entidad, los productos que tiene contratados o la rentabilidad de los mismos. Éstas son las comisiones que se pueden negociar para intentar rebajar o eliminar.
Productos sin comisiones
Las comisiones de cuentas y tarjetas se pueden negociar con la entidad bancaria
Algunos bancos y cajas tienen cuentas y libretas a las que no aplican comisiones. Sobre todo, en la banca on line. En otras ocasiones, aunque hay productos libres de pago, la exención está sujeta a condiciones o dura un tiempo limitado.
Bancos sin ninguna comisión:
Sus productos no tienen comisiones de ningún tipo. Son entidades financieras que funcionan a través de Internet. Ésta es una de sus ventajas frente a la banca tradicional. Según los bancos on line, pueden dejar de cobrar comisiones porque, al tener menos costes de estructura, consiguen un ahorro que se traduce en una mejora de tarifas para el cliente.
No obstante, hay otras entidades financieras que también apuestan por la exención de comisiones como ventaja competitiva frente a otros bancos. Así lo promocionan en sus campañas.
Algunos productos financieros de bancos que no cobran ningún tipo de comisiones son los siguientes:
- Cuenta Naranja de ING Direct: no cobra comisiones por ninguna operación. Es el banco pionero en nuestro país en esta práctica.
- Cuenta Nómina de ING Direct: es una cuenta corriente con tarjetas VISA gratuitas por domiciliar los recibos. Carecen de coste el mantenimiento, las transferencias y los ingresos de cheques. Además, devuelven un 2% correspondiente a la cantidad abonada en los recibos de la luz.
- Cuenta Corriente Operativa de Openbank: es la cuenta eje que permite acceder a la contratación de cualquier producto o servicio en esta entidad. No tiene comisiones y se consigue una tarjeta 4B Mastercard gratis. Tampoco cuestan nada las transferencias nacionales en euros.
- Libreta 3 de Bancaja: es una libreta con remuneración según tramos, en función del saldo medio de cada periodo de liquidación y sin franquicias. Permite disponer de talonario de cheques, asociar tarjetas, domiciliar nóminas y recibos…
Productos con algunas condiciones
El mal momento económico ha propiciado un cambio en las estrategias de las entidades para captar nuevos clientes. Si hasta hace poco abrir una cuenta o disponer de una tarjeta tenía un coste para los clientes, hoy muchos servicios y productos están libres de comisión.
No obstante, en la mayoría de los casos son ofertas condicionadas a la contratación de otros productos o a una mayor vinculación con la entidad. Lo más frecuente es que se obligue a domiciliar la nómina o los ingresos habituales en el caso de los autónomos, aunque también se puede vincular a la contratación de otros productos: fondos de inversión, planes de inversión, etc.
- Cuenta Nómina “El Estirón” (Banco Popular): aplica un descuento del 6% en los recibos del hogar el primer año y, sólo para nuevos clientes, contempla una bonificación de hasta 42 euros mensuales. Está exenta de comisiones de administración y mantenimiento. Se pueden obtener gratis las tarjetas VISA Classic y 4B MasterCard. Cuenta también con otras ventajas como adelanto de la nómina de hasta 1.800 euros, préstamo de hasta 30.000 euros en condiciones ventajosas, etc.
- Cuentacero.com (La Caixa): es la cuenta on line de la Caixa. No tiene comisiones y, además, no cobra la cuota de una tarjeta de débito, la domiciliación de 20 recibos al mes, el servicio Línea Abierto e ingresos, transferencias y traspasos.
- Cuenta Nómina del Banco Sabadell: además de no tener comisiones, tiene otras ventajas como la devolución del 3% de los recibos, tarjetas gratis y reintegros sin coste en cajeros de la red Servired, entre otros.
- Cuenta Nómina (Bankinter): carece de comisiones y los clientes acceden a tarjeta gratis Visa Clásica o Visa Oro, posibilidad de disponer por anticipado de hasta una mensualidad neta (con un límite de 6.000 euros), domiciliación de pagos gratis, seguros gratuitos y un préstamo personal con condiciones preferentes, hasta un máximo de un sueldo bruto anual a un plazo máximo de ocho años.
- Pack “Cuenta con nosotros” (Banco Santander): son una serie de productos exentos de comisiones, como cuenta a la vista, varias tarjetas (tarjeta Santander Débito 3.0, tarjeta Santander Box Gold, tarjeta Santander Light), Seguro Protección Nómina, Anticipo Nómina, Plan de Pensiones y Supernet 2.0. Para poder beneficiarse, el banco exige tener domiciliada la nómina o la pensión, tener contratada una hipoteca o un plan de pensiones individual y con una aportación mínima de 600 euros, o un saldo medio mensual igual o superior a 12.000 euros en productos.
Negociar con la entidad financiera
Además de contratar productos financieros que no tengan comisiones, también cabe la posibilidad de negociar con el banco habitual para que las elimine. Esto es algo que se puede hacer y, en general, se consiguen muy buenos resultados.
La fuerte competencia que hay en el mercado bancario y el temor a perder clientes facilitan la negociación
La fuerte competencia que hay en el mercado bancario y el temor de las entidades a perder clientes facilitan la negociación para la supresión de las comisiones. Conviene seguir una serie de consejos:
Preparar un listado. Hay que realizar una lista con las comisiones que se pretende dejar de pagar. Así se podrá analizar con el gestor del banco (una a una) la justificación.
Agravios comparativos. El banco puede tener una oferta por la que no cobre comisiones a nuevos clientes, una fórmula promocional muy utilizada. Es un argumento inmejorable para exigir que eliminen las comisiones. Si se conoce a alguien que haya negociado con éxito en ese banco, se puede utilizar también como agravio comparativo.
Sugerir un cambio de banco. Se pueden mostrar al interlocutor las condiciones de los bancos que carecen de comisiones y solicitar que las igualen. Hay que trasladarles la intención de cambiar de entidad en caso de mantener las mismas condiciones.
Utilizar otros productos contratados. Si se tiene domiciliada la nómina en el banco, y se han contratado otros productos (depósitos, tarjetas, planes de pensiones, fondos de inversión…), se pueden utilizar como argumento para negociar.
Si, a pesar de todo, la entidad no accede a eliminar las comisiones, conviene plantearse un cambio de banco. En este caso, hay que tener en cuenta que a menudo, debido a la enorme competencia, las oficinas nuevas y con menos clientes brindan las mejores condiciones. Por el contrario, las situadas en grandes urbes y en pleno centro -con numerosos usuarios-, son las menos receptivas a negociar.