Por esta razón la Dirección General de Tráfico ha desarrollado una campaña especial de vigilancia durante el mes de junio. La principal intención es la de sensibilizar al ciudadano sobre la distracción que causa hablar por teléfono mientras se conduce y realizar un estudio a pie de carretera acerca del uso de este elemento por parte de los conductores.
En el mes de mayo, investigadores de seguridad vial de las diversas jefaturas provinciales de Tráfico se apostaron en el arcén de las carreteras de todas las provincias del país para observar la actitud de los conductores respecto al móvil y recoger datos. Posteriormente se realizó una encuesta sobre 1.800 conductores en la que se conocieron algunos extremos relevantes:
–Nueve de cada diez conductores llevaba un teléfono móvil consigo.
–El 63 por ciento lleva encendido un teléfono manual y sólo el 14 por ciento un manos libres.
–Un 33 por ciento de éstos reconoció haberlo utilizado al menos una vez durante la conducción.
Diferentes estudios científicos, entre ellos los realizados dentro del Programa Argos desarrollado por la Dirección General de Tráfico, revelan que el cerebro humano no es capaz de realizar al mismo tiempo dos tareas complejas, como son la conducción y la atención de una llamada, con la misma concentración que si se dedicaran a una única tarea. En concreto simultanear ambas tareas multiplica por seis la posibilidad de sufrir un accidente.
Hablar por teléfono mientras se conduce está considerado como infracción leve al artículo 11 de la Ley de Seguridad Vial y se sanciona con multas de hasta 91 euros.