Uno de los mayores tesoros con los que cuenta España es el valor biológico de sus ecosistemas. “España es el país con mayor biodiversidad de Europa”, subraya María Artola, la directora de la Fundación Biodiversidad. Esta institución, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, trabaja desde 1992 por que esta riqueza se mantenga y crezca con el apoyo de las administraciones públicas, de las empresas y de los ciudadanos. Promueve y gestiona medidas de información, sensibilización y actuación, pero no sólo en España. “Para preservar la biodiversidad son necesarias respuestas globales”, afirma Artola.
Explicado de forma muy sencilla, la biodiversidad consiste en la variedad de formas de vida que hay en el planeta: variedad de plantas, de animales, de microorganismos… Por poner un ejemplo, ¿qué se quiere decir cuando se dice que hay una mayor biodiversidad? Significa que hay una cantidad de individuos, esto es, animales, plantas y microorganismos, de todas las especies y en las correctas proporciones. Esto quiere decir que, por ejemplo, un ecosistema que tuviera un número muy elevado de una especie no tendría una gran biodiversidad.
Es fundamental porque significa la conservación de la vida sobre la Tierra. Por un lado está la actuación de las administraciones públicas y por otro lado estarían las actitudes de los particulares. Una parte del trabajo de las primeras se traduce en el establecimiento de convenios internacionales, como el FITES o el de especies amenazadas, o el de humedales, o el de desertificación, y luego también estrategias de conservación de determinadas especies en peligro de extinción. En cuanto al sector privado, su colaboración puede venir del hecho de contar con la información adecuada y de desarrollar unos hábitos adecuados de conducta.
Si no la cuidamos y la preservamos, lo que estamos haciendo es disminuir la vida en el planeta
Si no cuidamos y preservamos la biodiversidad, estaremos disminuyendo la vida en el planetay crear un desequilibrio de esa vida que existe, lo que produce una serie de alteraciones que al final acaban afectando al ser humano. Por ejemplo, la desertificación es un ejemplo de pérdida de biodiversidad y las consecuencias que acarrea para el ser humano, que es una especie más del planeta, son evidentes.
España es el país más rico en biodiversidad de Europa. Si nos comparamos con la Unión Europea, el 50% del territorio protegido de la Unión Europea se encuentra en nuestro país, algo que creo que es un dato relevante, además de que el 74% de las especies de aves y el 79% de las de mamíferos están presentes en España.
Somos una institución del Ministerio de Medio Ambiente. Colaboramos en sus políticas de protección de la biodiversidad y, a su vez, somos un complemento de las actividades que realiza el propio Ministerio. Trabajamos en proyectos de investigación, formación, sensibilización y en proyectos de conservación in situ. Por ejemplo, ahora mismo estamos apoyando más de cien proyectos. Además, somos gestores de fondos europeos destinados a la formación y sensibilización de pequeñas y medianas empresas.
Es importante que el ciudadano adopte una serie de pautas de consumo que sean sostenibles
Es importante que el ciudadano adopte una serie de pautas de consumo que sean sostenibles. Voy a poner el caso de la madera como ejemplo. La adquisición de madera y de productos de madera certificada garantizará que su obtención y producción se ha realizado con un mayor cuidado y preocupación por la preservación de la biodiversidad y que no proceden de talas ilegales. En cuanto al sector productivo, el impulso a la fabricación de productos sostenibles y la implantación de sistemas de gestión medioambiental en el sector industrial me parecen dos elementos muy importantes.
Desde mi punto de vista, el modelo de crecimiento actual que busca el beneficio económico a corto plazo supeditando todo lo demás a este fin no es un modelo equilibrado. El desarrollo sostenible implica que a la hora de crecer tenemos que tener en cuenta el beneficio económico pero también el social y el medioambiental, algo que tiene mucho que ver con el mantenimiento y preservación de la biodiversidad.
Para provocar un cambio de actitud en los ciudadanos, hace falta que se conozcan los problemas y que se conciencie sobre ellos para generar una mejora y un cambio de actitudes. Eso requiere de actuaciones por parte de las instituciones públicas.
Siempre hay que hacer un canto abierto a la esperanza. Aunque las condiciones son difíciles, todos estamos luchando por mantener y mejorar lo que tenemos. Y yo soy optimista.
Trabajamos en proyectos para la sostenibilidad y el desarrollo, fundamentalmente en países de Centro y Sudamérica y del arco mediterráneo. Lo hacemos porque para preservar la biodiversidad son necesarias respuestas globales. No sirve de mucho preservar la biodiversidad en un país mientras se destruye en otros.