La Asociación de Productores de Energía Renovables (APPA) lleva casi veinte años aglutinando a empresas productoras de energías renovables y a un gran universo de promotores y agentes interesados en el sector. Es, por tanto, la asociación de mayor tradición e importancia a nivel nacional en este sector, con representación en foros tan diversos como el Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de la Energía, el Comité de Agentes del Mercado Eléctrico, la asociación europea de la energía eólica (Ewea), o la asociación europea de energía minihidráulica (Esha). Su presidente, José María González Vélez, se muestra muy esperanzado por las perspectivas de crecimiento de este tipo de energías medioambientalmente limpias, aunque considera que queda todavía mucho camino que recorrer.
El sector de las renovables en España lo empezamos a desarrollar pequeños y medianos empresarios, que además de intentar ganar dinero, creíamos en ello. De ahí el nombre legal de APPA que todavía conservamos, Asociación de Pequeños Productores Autogeneradores de Electricidad con Fuentes de Energía Renovables, porque así se nos conoce, a pesar de que muchos hemos crecido y se han incorporado las primeras empresas del país. La Asociación ha conseguido atraer a trescientas empresas productoras de los diversos sectores, e indirectamente, a una infinidad de propietarios de pequeñas instalaciones fotovoltaicas. En la actualidad, APPA está cambiando sus estatutos para dar cabida no sólo a los productores de energías renovables, sino a todos los agentes interesados en el desarrollo de estas energías. Recientemente, la Asociación ha creado una sección de Biocarburantes en la que están representadas las principales empresas españolas del sector.
Nos queda mucho por hacer y lo vamos a hacer bien, además. Uno de los temas más importantes es la comunicación, que la sociedad civil conozca la energía renovable. Y entre las cosas que nos hubiera gustado conseguir, hay tantas… Por ejemplo, que el decreto 436/2004 – que controla la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial – hubiera salido mucho mejor, pero no fuimos capaces de trasmitir nuestras tesis al gobierno anterior. Del actual, llevamos mucho tiempo oyendo que se ocupará en los próximos meses. No perdemos la fe, pero creemos que no es de las prioridades del Ministerio de Industria. Sabemos que tenemos razón y que el actual modelo energético no es válido para este siglo,
El actual modelo energético no es válido para este sigloasí que seguiremos haciéndonos oír allí donde se nos quiera escuchar.
España es una potencia mundial en el ámbito de las energías renovables, muy especialmente en energía eólica, en la que ocupamos la segunda plaza del ranking, tras Alemania. En otras tecnologías el despegue no tiene la misma intensidad, lo que también está ocurriendo en otros países, si bien es cierto que en algunas áreas se podría hacer mucho más, como en la de la solar fotovoltaica, en la que tenemos veinte veces menos potencia instalada que Alemania, con muchísimas más horas de sol. Respecto a las desigualdades que existen, éstas se producen sobre todo en las leyes que marcan las reglas del juego. Y sobre la competencia de los pequeños, habría mucho que hablar, pero la apertura del mercado energético en España y en la Unión Europea, en principio, debería fomentar la competencia y permitir el acceso de nuevos actores. Y muchos de estos nuevos actores se centrarán en la producción de energía renovable.
Ya he destacado el despegue de la energía eólica frente a las demás por una cuestión de rentabilidad económica, tecnología, disponibilidad de recurso energético… Pero cada tecnología tiene sus particularidades. La mini-hidráulica tiene un crecimiento limitado, a pesar de ser la más limpia y eficiente de todas las renovables, porque no hemos sabido transmitir sus bondades, y las autoridades políticas, aunque dicen públicamente que es necesaria, no la promueven realmente. Es un calvario hacer un expediente y terminar una central hidráulica. Así, su “coste” no económico, es específicamente mucho mayor que el necesario para promover un parque eólico. El suministro de silicio condiciona el crecimiento de la solar fotovoltaica, mientras que su pariente cercano, la solar térmica, va a crecer mucho en los próximos años en virtud de la obligación legal de instalarla en todas las reformas importantes o en las obras de nuevo cuño. La solar termoeléctrica, por su parte, apenas da sus primeros pasos, y lo hace precisamente en España, donde va a alcanzar un enorme desarrollo, superior incluso a las previsiones del Plan de Energías Renovables. Con la energía de las olas o la mareomotriz sucede lo mismo y energía geotérmica prácticamente no tenemos. Los biocarburantes tienen un futuro muy prometedor, más aún con los precios que empieza a tener el crudo.
Los biocarburantes tienen un futuro muy prometedor, más aún con los precios que empieza a tener el crudoGlobalmente, todas cuentan con unas previsiones de crecimiento magníficas, pero sus mercados aún no están maduros, por lo que este es el momento de fomentar las renovables.
Sobre todo porque los combustibles fósiles no incluyen en su precio los costes que tienen realmente, como los estratégicos, los sanitarios o los medioambientales, amén de otros más claros, como las subvenciones al carbón o a las nucleares, que les hace tener unos precios artificialmente bajos. Si se computasen sus costes reales se vería claramente que las energías renovables son las más baratas con diferencia.
Si se computasen sus costes reales se vería claramente que las energías renovables son las más baratas con diferenciaAunque se va avanzando, no hay por parte de la sociedad civil un conocimiento real de las fuentes de energía.
Por la dificultad de convertir a dinero contante y sonante el medio ambiente y por la dificultad de internalizar los costes externalizados. El Protocolo de Kyoto ha solucionado parte de este problema al establecer un precio para la tonelada de anhídrido carbónico y otros gases contaminantes. Y parece que, por fin, cada vez más, se vincula energía y medio ambiente, hasta el punto de que puede oírse hablar del tema en la parada del autobús o en los cafés. Las cosas están cambiando.
Esto es falso, naturalmente. Las renovables no tienen costes externalizados, como decía antes; las fósiles, sí. Además, toda la energía que hay en la Tierra tiene su origen en el Sol. ¿De verdad hay alguien que piensa que no vamos a poder nutrirnos de ellas? Mal nos irá si no es así. Y no es ciencia ficción, sino una cuestión de tecnología, y está mucho más cerca de lo que pensamos.
Por supuesto que sí. El problema es que el consumidor tiene que saber qué tipos de energías produce esa compañía para que pueda decidir a quién compra. Para ello, APPA viene pidiendo reiteradamente que se pongan en marcha los mecanismos de certificación, para garantizar que la energía que se vende es exclusivamente renovable. Nuestra Asociación ha creado una compañía, Gesternova, que pronto estará operativa, que sólo comercializará energía verde limpia producida por nuestros asociados y eso será meridianamente claro. Otras compañías pueden separar la verde de la nuclear, pero si te venden a tí la verde, a mí me dejan la nuclear, por lo que, según han dicho diversas organizaciones, hay algo de trampa en ello.
Una cosa es el biodiésel, que puede elaborarse a partir de aceites vegetales limpios, y otra los propios aceites vegetales reciclados. En teoría, cualquiera de los dos debería ser válido. Lo que me cuentan los socios de APPA es que tienen problemas con los estándares de recogida. No se vierten los aceites a vertedero en las condiciones adecuadas y luego es difícil tratarlos. Pero están en ello con el fin de que que se homologuen como cualquier otro hidrocarburo.
La legislación europea es de las más avanzadas del mundo. Apunta en la dirección correcta y es uno de los vectores estratégicos más importantes de la Unión, que padece un déficit energético muy importante. La legislación española no va a la zaga, introduciendo a nuestro ordenamiento interno las disposiciones comunitarias. Se puede hacer bastante más, pero no hay que negar que estamos por delante del resto del mundo.
Nuestro nivel de inversión en I+D no es todo lo elevado que sería preciso, aunque hay alguna notable excepción. El impulso tecnológico es la clave fundamental para incrementar la presencia de las energías renovables. Por eso hay que invertir más. Si se hubiera dedicado al desarrollo de las renovables el mismo dinero que a otras tecnologías, como la nuclear, hoy las renovables podrían estar resolviendo gran parte de los problemas energéticos.