Más de 35 años trabajando por la defensa y promoción de los derechos de la infancia avalan la labor de la Fundación ANAR. Una ONG representada por José Antonio García (Barcelona, 1960), químico de formación y vinculado al mundo de la solidaridad a través de Save the Children, que solicitó sus servicios como director general para implantar esta ONG en España. Su experiencia en el ámbito específico de la infancia le lleva formar parte del equipo de Anar, una organización que ha recibido desde 1994 más de 1.200.000 llamadas a través de su servicio más conocido, el Teléfono del Menor (900 20 20 10). Muchos jóvenes denuncian a través de este Teléfono el acoso que sufren en el colegio por sus compañeros, una situación que también afecta al profesorado. “Si queremos evitar las grandes desigualdades que existen en el mundo y en todos los aspectos de la vida social, política y económica, uno de los aspectos fundamentales es la mezcla entre la infancia y la educación. Por eso tenemos que tener a los jóvenes perfectamente educados”, explica José Antonio García como uno de los pasos para poner fin a estas situaciones de acoso.
El Teléfono del Menor es un servicio de orientación telefónica que ofrece a todos los niños adolescentes y adultos de toda España un servicio que les pueda orientar desde el punto de vista social, jurídico y psicológico de cualquier problema que puedan tener. Las principales características del servicio es que es totalmente confidencial;
El Teléfono del Menor y del Adulto es un servicio totalmente confidencialno conocemos el origen de la llamada, lo que garantiza que estas personas tengan una total libertad para llamar y hablarnos de su problema. Además, es un servicio que está 24 horas todos los días del año; para ello hay gente trabajando a turnos porque los problemas más graves se pueden producir a altas horas de la noche, como la fuga de un niño.
Nos pueden llamar al Teléfono 900 20 20 10 todas las personas de cero a 18 años. Lógicamente un niño de 5 años no llama porque es muy pequeño, sin embargo, ante problemas relacionados con chavales que tienen 8 ó 9 años son sus padres, vecinos o familiares cercanos los que llaman a través de otra línea para dejar ésta libre al servicio exclusivo de los menores. Para ello utilizamos dos teléfonos distintos que pueden utilizar los adultos, el 91 726 01 01 y el número 600 50 51 52. Estos teléfonos del adulto son muy importantes en el caso de niños que sufren abusos sexuales porque ellos no son conscientes de lo que les está pasando, y es entonces cuando la voz de alarma la da un adulto, un vecino, alguien que escucha gritos…
Aproximadamente hay 17 personas contratadas y 12 voluntarios.
Sí. Es un servicio atendido por profesionales. Quienes cogen el teléfono reciben, por un lado, un curso de formación teórico que lo imparte un profesor de la Universidad Complutense de Madrid y luego pasan un periodo de tiempo determinado, en función de sus actitudes, escuchando, es decir que se sientan al lado de una orientadora que ya lleva meses trabajando con nosotros. Así ven cómo se resuelven los problemas de los chavales. Por tanto, las personas que reciben las llamadas están ya preparadas para escuchar y son profesionales: psicólogos, pedagogos o psiquiatras.
El problema fundamental es que tengan una dificultad de relación con su entorno, bien en el familiar, escolar o con sus amigos. Este tipo de problemas los catalogamos como ‘dificultades de relación’. También pueden tener problemas psicológicos, relacionados con el maltrato, sufrir adicciones, agresiones sexuales,
Acuden personas con problemas psicológicos, maltratos, adicciones, agresiones sexuales, etc.trastornos escolares como el bullying, también nos llaman ante un embarazo…
La estructura del Teléfono consta de tres apartados. Por un lado hay unas personas que descuelgan el teléfono y reciben la llamada, son las psicólogas y forman parte del departamento llamado ‘Orientación’, hay otro que es social y otro jurídico. La gran mayoría de las llamadas se resuelven en la orientación; la propia psicóloga en función del caso que le están presentando es capaz de resolverlo, pero si llama un menor con un problema de separación de los padres, por ejemplo, que dice que su madre quiere que se viva con él y su padre también, ahí interviene nuestro departamento jurídico, que asesora al menor en función de la edad que tenga o le remite a los servicios sociales de la comunidad a la que pertenezca.
No somos una ONG de acción que podamos salir a la calle, sino que seguimos la guía de recursos que tenemos. Así, cuando el menor se identifica y nos dice dónde vive le decimos que si ha sufrido un maltrato primero debe acudir al centro de salud más cercano y le indicamos la dirección exacta. A partir de aquí le decimos que se tiene que poner en contacto con un servicio social concreto. Y luego hacemos un seguimiento, como nosotros no podemos llamarle a él le decimos que nos vuelva a llamar a los dos días y cuando haya pasado cierto tiempo también. Hay tres casos muy graves ante una llamada: un menor que se ha fugado, uno que ha sido maltratado o un niño o niña que se quiere suicidar. Estos casos nos ponen inmediatamente en alerta y ya tenemos preparados los contactos, todos los teléfonos con los grupos de menores de la policía, con el 112, etc. Tenemos relación y reuniones periódicas con estos equipos para que ante una situación de este tipo podamos detectar incluso el lugar desde el que nos llama. Nosotros mantenemos en la escucha al chico o chica hasta que llega el servicio correspondiente, habla con la persona y ya nos llama y nos dice que la situación está controlada.
Sí, se ha dado una evolución y se ve con el caso concreto de los inmigrantes. Cada día hay más menores no acompañados en los diferentes países de la Unión Europea, y España es un caso concreto, que por ser un país periférico en la Unión Europea recibe más inmigración. Y lo que hemos detectado es que los inmigrantes llegan a España, se pasan un tiempo determinado siendo ayudados, en este caso maltratados, por las propias mafias que los traen y cuando ya han aprendido a decir alguna cosa en nuestro idioma y siempre que conozcan nuestro teléfono llaman y explican cuál es el problema. Este problema de inmigración es uno de los que más ha evolucionado.
Recibir, recibimos muchas, pero contabilizamos las que atendemos y el número es de 1.200.000 aproximadamente. Sólo el año pasado atendimos 122.000 llamadas.
Entre las conclusiones más importantes destacan las siguientes: Fundación Anar ha atendido desde que en 1994 se puso en marcha esta iniciativa 14.000 llamadas sobre maltrato infantil, hemos tenido una intervención directa cada dos días en los casos más graves y además, en el estudio se ha visto que los menores llaman a través de esta línea del menor en el 59% de los casos y el 41% a través de la línea del adulto.
Estamos en Perú, Méjico y Colombia. La Fundación Anar se fue para allí en la década de los 90 y constituyó diferentes fundaciones donde existe un órgano de gobierno totalmente independiente al de España. Las fundaciones están gobernadas por patronatos y allí hay presidentes y presidentas de patronato, de manera que no dependen de España. Y el tipo de trabajo que realizan allí es el mismo que el que hacemos aquí: promover y defender los derechos de la infancia con dos programas fundamentales, los hogares de acogida y con el Teléfono del Menor en Perú exclusivamente.
El fundamental para nosotros es poder desarrollar nuestra estructura a nivel nacional, ahora mismo tenemos una única delegación que está ubicada en Castilla León, pero próximamente abriremos también en Asturias y en la Comunidad Valenciana. Por tanto el objetivo es hacer campaña de sensibilización en todas y cada una de las comunidades autónomas.