Judoka de vocación, Ángel García representa a Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), una ONG que reúne a más de 400 bomberos voluntarios y 7.000 profesionales que colaboran en situaciones de catástrofe y cooperación. De la mano de su profesor de judo, el presidente de Bomberos Unidos Sin Fronteras se introdujo por primera vez en este cuerpo en 1991 y cinco años después fundaría, junto con otros compañeros, esta organización. Su único deseo era ayudar a los más necesitados en situaciones de emergencia, tal y como hacían sus colegas de Iberoamérica con menos medios desde el punto de vista técnico y material. Precisamente, con el aprovechamiento del material que se descataloga en nuestro país comenzó una aventura en la que la posibilidad de trasladarse a cualquier parte del mundo en las primeras 24 horas es un elemento clave. “Cuando hablamos de rescate y salvamento, las primeras horas son vitales”, destaca.
Desde hace 15 años y tengo 39 años, casi media vida.
Desde el 6 de mayo de 1996, hace 10 años.
Sí, fui socio fundador y participé con otro grupo de bomberos en la idea de crear esta organización. Nosotros ya teníamos conocimiento de cómo era la labor de otros compañeros de trabajo de Iberoamérica: desempeñaban una labor de bombero similar a la nuestra pero con unas carencias muy considerables desde el punto de vista técnico, material… Ante esa situación decidimos constituirnos y aprovechar todos estos materiales que en España se dan baja por la incorporación de otros nuevos, por la normativa, y los donamos a otros países que los necesitaban para poder hacer su labor con seguridad. Por otro lado y aprovechando que nuestra profesión se basa en ayudar al que lo necesite, decidimos constituirnos también como Fuerzas de Intervención Inmediata ante Catástrofes.
“Estas labores formativas son determinantes para contar siempre con un método estándar de actuación”
Lógicamente esto tiene un proceso de organización muy escrupulosa; nosotros tenemos un Área de Atención a Catástrofes con diferentes unidades y sobre todo con un plan de trabajo continuo del que forman parte compañeros de todas las partes de España. Por eso todos los meses se desarrollan actividades formativas de reciclaje y conocimiento de lo que son todos los materiales que se van incorporando. Estas labores formativas son determinantes para contar siempre con un método estándar de actuación, y para que todos hablemos el ‘mismo idioma’.
Desde el punto de vista operativo es necesario ser bombero o estar dentro de la rama médica. Pero desde el punto de vista de la cooperación contamos con ingenieros, arquitectos y personal técnico de muy diferentes ramas. Y todo el equipo participa en estos momentos en los dos proyectos más emblemáticos dentro de la organización como es construir la Red Iberoamericana de Centros de Atención de Catástrofes- ya hemos construido dos en Perú- y la creación de otro Centro más en Nicaragua.
La idea es crear grupos de respuesta inmediata en Iberoamérica, para lo que les entrenamos y les damos los medios tanto técnicos como de infraestructuras. Por eso estos Centros son como parques de bomberos.
Es un programa basado en el abastecimiento de agua potable en la Amazonia que beneficiará a más de 350.000 personas. Se trata de un agua que no es potable, pero que muchos beben y se contaminan gravemente. Por eso trabajamos con mucho ahínco en esta zona.
Sí, pero lo bueno es que Bomberos Unidos Sin Fronteras, por llevar ocho años seguidos sin parar de trabajar en situaciones de catástrofes, mantiene una comunicación muy fluida y directa con la Oficina de Ayuda en Casos de Desastre en el Extranjero (OFDA), de Naciones Unidas, que nos permite valorar en cualquier momento la magnitud de una catástrofe y los medios que se necesitan ante ella. En realidad todo es un conjunto de gestiones y movimientos que hay que elaborar y trabajar durante muchos meses antes para estar preparado cuando llegue el momento.
Ante catástrofes tenemos un grupo de intervención que está operativo y conectado 24 horas mediante turnos establecidos. Después, cuando existe realmente una catástrofe y se da la emergencia previamente tenemos convenios establecidos con el Ayuntamiento de Madrid, con Caja Madrid… y en una situación de extrema envergadura, como pudo ser la el terremoto de Pakistán, disponemos incluso de la posibilidad de fletar un avión privado
“Disponemos incluso de la posibilidad de fletar un avión privado y acudir al lugar donde se ha producido la catástrofe”Eso es lo que nos permite estar las primeras 24 horas en cualquier parte del mundo, de hecho llegamos a Pakistán dentro de las 20 primeras horas y fuimos la primera fuerza internacional que llegó a Islamabad. Pocas organizaciones pueden disponer de estos medios y de la confianza que depositan en nosotros, por el propio carácter de la organización principalmente: cuando hablamos de rescate y salvamento las primeras horas son vitales y es determinante llegar durante las 24 horas iniciales desde que se produce la catástrofe. A partir de ahí ya entran muchas otras organizaciones: ayuda humanitaria, atención médica, etc.
Bueno, en realidad en estos proyectos participamos muchas personas, no sólo bomberos. Todos los profesionales bomberos, arquitectos y personal sanitario, desde el punto de vista operativo, sí somos voluntarios. Sin embargo, formamos parte de un equipo que necesita de una cierta organización y hay personas que trabajan como profesionales remunerados: los que llevan la gestión administrativa, elaboración, formulación y seguimiento de proyectos, dirección de equipo diario…
Sí. Gran parte de nuestros recursos se obtienen de instituciones como Caja Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y también de las donaciones que hacen muchas empresas, así como de las donaciones de particulares.
Todas te impactan mucho. No es lo mismo un volcán que un huracán, que un terremoto. Pero todas son especiales porque lo que más te llega es el dolor de tantas familias por haber perdido en un instante a sus hijos, padres, hermanos, así como sus casas, pueblos enteros…después de tantos años construyendo su hogar.
A nivel nacional entre bomberos, médicos y sanitarios estamos alrededor de 400 personas. Pero con las colaboraciones de otros profesionales que no son bomberos el número asciende a 7.000 personas.
Sí. En catástrofes trabajamos principalmente con Farmamundi, con quien tenemos una relación muy buena, muy directa, incluso en cooperación al desarrollo y llevamos ya muchos años trabajando juntos. Luego, sobre el terreno, trabajamos con muchas otras: Oxfam, Ayuda en Acción, pero más puntualmente.
El principal objetivo es seguir representando a todos los españoles, porque BUSF es una organización compuesta por bomberos de toda España: Canarias, Andalucía, País Vasco, Cataluña, Comunidad de Madrid…así como la culminación de todos los proyectos que he comentado anteriormente en el campo de la cooperación.
