La española Manola Brunet presidirá durante los próximos cuatro años el Grupo de Expertos en Vigilancia y Análisis Climático de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Esta institución, dependiente de Naciones Unidas, es el máximo organismo internacional autorizado sobre el comportamiento de la atmósfera y el clima. Según esta experta, los últimos fenómenos extremos ocurridos en España están en la línea de las consecuencias del calentamiento global previstas. Brunet subraya que los datos científicos sobre el cambio climático son incuestionables, a pesar de las últimas campañas de desprestigio de grupos políticos y económicos contrarios a la adopción de medidas para su control. “Se está a tiempo de no intensificar más el efecto invernadero, pero si el congreso norteamericano no aprueba su política doméstica de reducción de emisiones, la próxima cumbre del clima de Cancún será un fracaso igual que la de Copenhague”, apostilla.
“El calentamiento global puede intensificar los acontecimientos meteorológicos extremos, como los ocurridos este invierno”Lo parecería, ¿no? Los modelos climáticos predicen que el calentamiento global puede traer como consecuencia una intensificación de los acontecimientos meteorológicos extremos y los inusuales eventos vividos este invierno están en la línea de confirmar esa sospecha.
Con uno o dos días de antelación, como lo demuestra el acierto de las predicciones recientes de los dos acontecimientos extremos que mencionaba en su anterior pregunta. No obstante, la Administración ha de mejorar el sistema de alertas y recomendaciones que proporciona a la población.
“La Administración ha de mejorar el sistema de alertas y recomendaciones que proporciona a la población”
En la actualidad, sólo la previsión a corto plazo alcanza el nivel de acierto requerido para hacerla creíble. No hay que confundirlo con la predicción climática, mucho más sencilla y fiable al proyectar la evolución media del clima. Pero es difícil predecir con exactitud acontecimientos extremos con un plazo anterior de dos a tres meses, pese a los avances realizados en previsión meteorológica estacional.
“Hay tantas evidencias del cambio climático y sus efectos, que es imposible falsearlas e irresponsable obviarlas”
Durante el siglo XX, España se ha calentado el doble que el resto del planeta y, en los últimos 30 años, esas tasas de incremento se han triplicado en comparación con las globales. En particular, son preocupantes las altas tendencias positivas de la primavera y el verano estimadas en ese último periodo, así como la disminución de la precipitación a finales del invierno e inicios de la primavera. El calentamiento global exacerba en España aún más el carácter árido de nuestro clima y, por ello, incrementará en el futuro los problemas y conflictos regionales del agua.
No hay ningún otro factor “natural” que pueda explicar el calentamiento observado. Sólo el incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera inducido por el hombre lo explica. Además, hay tantas evidencias directas e indirectas del cambio climático y sus efectos, procedentes de tan diferentes fuentes, que es imposible falsearlas e irresponsable obviarlas. Una cascada de efectos medioambientales acompaña al calentamiento: la temperatura del mar se incrementa, la cubierta de hielos y nieve continentales se reduce, los hielos marinos del Ártico disminuyen y los casquetes glaciares retroceden, la biosfera continental y marina migra en altitud y latitud, la fenología de las plantas se altera, el océano se acidifica, el nivel del mar aumenta, etc.
“El último informe del IPCC ha subestimado el grado en el que las actividades humanas cambian el clima”
En absoluto, los escasos tres nimios errores encontrados entre las más de 3.000 páginas del último informe del IPCC, de 2007, no ponen en duda sus principales conclusiones: el clima global cambia debido a la acción humana y sus efectos ya se sienten en todo el mundo. Los grupos que se oponen a adoptar medidas para protegernos de los impactos más adversos han seleccionado estos errores de forma malintencionada. Lo han utilizado para “marear la perdiz”, ya que el principal cuerpo de evidencias (climáticas, glaciológicas, ambientales, etc.) presentado no ha podido rebatirse. En todo caso, el informe, a la luz de recientes investigaciones, ha subestimado el grado en el que las actividades humanas cambian el clima y no al revés.
No lo llamaría polémica, sino campaña inquisitorial de desinformación pública. Sus responsables han sido poderosos grupos políticos y económicos temerosos de perder su poder si se adoptan medidas hacia una economía más sostenible basada en un bajo consumo de carbono. Se ha prejuzgado y condenado sin juicio alguno, sólo a partir de acusaciones no probadas extraídas de correspondencia robada a profesionales que llevan años de trabajo riguroso sobre este tema. Es un despropósito creer que los científicos se han confabulado para engañar a la gente.
“Si el congreso norteamericano no aprueba su política doméstica de reducción de emisiones con anterioridad a la cumbre, la reunión de Cancún será un fracaso”
Era un fracaso anunciado tras los resultados fallidos previos a la cumbre. El golpe de timón dado por EE.UU. y el apoyo recibido de China, India y Brasil para postergar una decisión vinculante sobre las cuotas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) eran previsibles.
Si el congreso norteamericano no aprueba su política doméstica de reducción de emisiones con anterioridad a la cumbre, la reunión de Cancún será un fracaso.
“El sistema climático ya está perturbado, pero se está a tiempo de no intensificar este efecto invernadero”
El sistema climático ya está perturbado, pero se está a tiempo de no intensificar este efecto invernadero y evitar que el clima se desestabilice más. Por ello, actuar lo más pronto posible permitirá minimizar los efectos más adversos del calentamiento y reducir sus costes.
Ejercer un consumo responsable y sostenible. Adquirir productos locales o del entorno cercano con una baja huella de carbono.
Manola Brunet India (Cariñena, Zaragoza, 1955) es directora del Centro en Cambio Climático de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona (URV) y doctora en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona. Desde mediados de la década de los noventa, su trabajo investigador se ha centrado en el cambio climático, en especial, en la reconstrucción a largo plazo del clima. Ha participado en la Tercera y Cuarta Evaluación del Informe sobre el Cambio Climático del IPCC y desde 2005, en la Comisión de Climatología de la OMM. Como presidenta del Grupo de Expertos en Vigilancia y Análisis Climático de la OMM, Brunet y su equipo tratarán de perfeccionar la vigilancia climática global y regional, en particular los acontecimientos extremos, documentar las regiones peor analizadas y ayudar a mejorar el seguimiento climático de los países en vías de desarrollo.
