Muchas veces la euforia con la que se prepara un viaje, sobre todo si es al extranjero, hace olvidar detalles de importancia como controlar que el cambio de divisas se hace de modo correcto. Conviene saber que en verano crece la falsificación de monedas y billetes, ya que los estafadores aprovechan la relajación de los turistas para poner en circulación efectivo falso. Por este motivo, desde las empresas especializadas en tecnología y desarrollo de nuevas aplicaciones recomiendan extremar las precauciones en esta etapa del año para evitar sufrir un fraude con el dinero. Pedro Viterbo, director general de Talaris para España y Portugal, empresa especialista en tecnología de tratamiento de efectivo, asegura que se puede cambiar divisa en la entidad financiera habitual así como realizar consultas sobre la misma, pero también recurrir a las nuevas tecnologías y a Internet, donde es posible encontrar imágenes detalladas de los billetes. En su opinión, las unidades falsificadas representan un porcentaje muy pequeño si se las compara con los billones de billetes en circulación, algo que hay que agradecer a los sofisticados procesos de producción que han protegido los billetes durante generaciones. Sin embargo, aunque las medidas de seguridad aumentan y se modernizan, los falsificadores avanzan con ellas.
En verano nos relajamos. Estamos menos atentos, y los falsificadores aprovechan esta circunstancia para poner en circulación billetes y monedas falsas. También se gasta más, y ello influye en el volumen general de circulación del dinero. En vacaciones, se dan un conjunto de factores que allanan el camino a potenciales fraudes, pero tanto las autoridades como las compañías financieras redoblan la vigilancia para evitar grandes problemas.
Lo principal, antes de viajar, es familiarizarse con la moneda del país de destino. Para ello se puede cambiar divisa en una entidad financiera así como realizar consultas sobre la misma, pero también recurrir a las nuevas tecnologías y a Internet. De igual modo, es posible encontrar en la red una tabla de equivalencias de las diferentes cantidades útiles (1 euro, 10 euros, 20 euros…) entre nuestra moneda y la divisa de destino. Esto facilitará y agilizará en gran medida las transacciones.
Según dónde se viaje, a veces puede resultar más práctico cambiar en España sólo una parte de la cantidad que se piensa gastar y sacar el resto ya en el destino, donde sirven directamente la moneda local. De este modo se evita el estrés y la preocupación de viajar con grandes cantidades de dinero encima. Y, por supuesto, es recomendable estar atento y utilizar el sentido común. Comprobar siempre el cambio en cualquier transacción, mirando con detenimiento los diferentes billetes y monedas, sobre todo en transacciones callejeras.
Cualquier entidad que esté autorizada debe ser segura para comprar y vender divisas Siempre será más fiable un banco -ya sea local del país donde nos encontremos, como una entidad internacional- que un puesto en la calle. Aunque ofezcan un cambio más barato o menos comisiones, después pueden llegar las sorpresas.
Si se tiene la certeza de haber recibido un billete falso en el extranjero es conveniente acudir a una entidad financiera
Hoy se tiene la gran ventaja de contar con Internet. En webs como www.banknotes.com, o en wikipedia se puede ver en detalle los billetes y monedas de los distintos países. En cualquier caso, siempre conviene acudir a páginas de entidades oficiales, como los bancos centrales de los distintos países donde, además, se ofrecen recomendaciones de seguridad sobre la moneda local.
Si se tiene la certeza de haber recibido un billete falso es conveniente acudir siempre a una entidad financiera, ya que ellos cuentan con mecanismos inteligentes de detección y podrán informar sobre los pasos que se deben seguir para retirarlo de la circulación y entregarlo al Banco de España o al Banco Central que corresponda.
El euro se caracteriza por la multiplicidad de sus elementos de seguridad: pasta de material especial, marcas de agua, láminas de luz ultravioleta, diseños detallados… Pese a todo, lo más importante es concienciar al ciudadano de la importancia de verificar todos esos elementos y familiarizarse lo más posible con estas medidas de seguridad. El BCE aconseja el método “toque-mire-gire”: tocar los motivos en relieve, que deben estar más ásperos al tacto; mirar el billete al trasluz para ver la marca de agua, el hilo de seguridad y el motivo de coincidencia; y girar para ver la imagen cambiante de los hologramas. No obstante, hay otros elementos de seguridad que se mantienen confidenciales y que sólo determinada tecnología e instancias pueden utilizar.
La falsificación de monedas, por ser más complicada, es también menos común, pero hay que tener cuidado de no recibir “gato por liebre”. Por ejemplo, la lira turca o la bath tailandesa, con mucho menos valor, pueden confundirse con las monedas de euro.
Según el Banco Central Europeo, durante 2009 la fabricación de billetes se elevó a 10.900 millones de unidades, cifra que supone un aumento del 41% respecto al año anterior. De ellos, los centros nacionales de análisis, encargados de esta tarea, recibieron unos 860.000 billetes falsos en euros. No es un porcentaje muy elevado, pero aun así es representativo y hay que seguir trabajando para controlarlo.
El diseño de billetes y monedas se actualiza de modo periódico para evitar falsificaciones
Por supuesto. Las entidades financieras y todas las organizaciones relacionadas de algún modo con la fabricación de moneda o con mecanismos de manejo de dinero investigan de forma constante para que las transacciones con efectivo sean lo más seguras posible para el consumidor. El diseño de billetes y monedas se actualiza periódicamente para evitar falsificaciones e incorporar nuevos mecanismos de seguridad. Por otra parte, las máquinas contadoras, dispensadoras y recicladoras que utilizan en las sucursales (Talaris cuenta con una cuota de mercado del 67% en este campo a nivel mundial), aseguran la detección de billetes falsos.