José Luis Montes, fundador y presidente del Forum de las MicroONG

Es un término que designa a las organizaciones sin ánimo de lucro muy pequeñas, que desarrollan una labor de mejora social. Todo parece indicar que somos nosotros quienes hemos empezado a usar este concepto.

“El reto es conseguir que una MicroONG tenga la profesionalidad y los medios de una ONG grande, pero sin perder las ventajas de lo pequeño”

Desde nuestro punto de vista, el reto es conseguir que una MicroONG tenga la profesionalidad y los medios de una ONG grande, pero sin perder las ventajas de lo pequeño ni abandonar la esencia individual con la que se creó cada una. Creemos que eso se consigue, entre otras cosas, mediante la unión permanente con otras MicroONG para los casos en los que las sinergias o la masa crítica sean beneficiosas. En solitario resulta difícil saltar determinadas barreras o acceder a una serie de recursos y aprendizajes.

Supuso una sorpresa muy agradable por los resultados, que fueron mejores de lo esperado. Entonces se creó un grupo estable de pequeñas organizaciones con un ánimo común: la apertura de una vía muy poderosa de generación y canalización de mejora social sostenida, masiva y escalable. El Foro permitió compartir unos días mágicos con personas muy especiales.

La misión que definimos es la generación y facilitación de acceso a recursos, actividades, herramientas o iniciativas que mejoren las capacidades, resultados, eficiencia y sostenibilidad de las microONG asociadas.

¡Sin duda! Ya trabajamos para ello. Será nuestro tercer congreso de pequeñas organizaciones y tenemos a un equipo inmerso en esta tarea desde Navidad, una vez cerrado el Forum 2010 y hecho el balance del mismo. Este segundo congreso fue de nuevo un éxito en muchos aspectos y para conseguir superar el listón de los dos pasados encuentros tendremos que trabajar mucho.

“Uno de los retos de una microONG es su propia sostenibilidad a largo plazo”

Son numerosos. Por mencionar algunos de los principales, su propia sostenibilidad a largo plazo, la escalabilidad, no perder la esencia y eficiencia con el crecimiento, la maximización del resultado con los mínimos recursos, la gestión del voluntariado, el aprendizaje en muchos temas o la generación de recursos recurrentes en lugar de reinventar el presupuesto cada año, casi desde cero.

Varias extremadamente poderosas, a mi juicio: la flexibilidad que tienen, la enorme eficiencia en el uso de sus escasos recursos, la honestidad y los principios éticos, no solo como forma de actuación sino como motor central, la capacidad de rellenar el microhueco de la micronecesidad al que otros organismos no consiguen (o no quieren) llegar, la cercanía y la trazabilidad de la actuación. Y no olvidemos que muchas micros hacen una macro.

Pienso que sí, pero soy un convencido de que la inmensa mayoría de las ONG, del tamaño que sean, tienen unas prácticas éticas que merecen credibilidad. Otra cosa es que, por organización o estructura, sean eficaces en el uso de sus recursos. Creo que una ONG muy pequeña lo tiene mucho más fácil que una grande para aportar transparencia, porque su estructura es muy plana y es fácil pasar a través de ella la información sobre la trazabilidad.

“A corto plazo deben cambiarse varios aspectos de las grandes ONG

Sus recursos profesionales y su capacidad de influencia en muchos niveles. Aunque creo que a corto plazo deben cambiarse varios aspectos de las grandes ONG.

Para empezar, dado el tamaño de sus recursos, muchos problemas no demasiado voluminosos pueden ser para ellas grandes dificultades. Con frecuencia, los problemas son pequeños o grandes según la dimensión de los recursos. Con las microONG ocurre lo mismo: lo que para una gran ONG es un asunto de logística que debe resolver, para una MicroONG puede ser un problema insalvable que dé al traste con un proyecto completo.

No hay registros únicos y las figuras jurídicas se usan por parte de organizaciones muy variadas que no tienen por qué ser una ONG, aunque carezcan de ánimo de lucro. Por este motivo, no es fácil aportar una cifra fiable, pero nuestras estimaciones basadas en varias fuentes calculan que hay alrededor de 5.000 pequeñas ONG en España.

Muchas. Se crean de manera continua y, lamentablemente, también de manera continua quedan inactivas. Creemos que nacen bastantes más de las que mueren, así que la cifra total en realidad debe estar en ascenso, en porcentajes netos que rondan el +5% anual.

“El aumento del paro facilita ejercer el voluntariado o plantearse nuevos proyectos en una ONG”

Ha afectado en varios sentidos y no todos son siempre malos. Por un lado, cuesta más captar recursos de donaciones y socios privados, venta de artículos solidarios o eventos para generar dinero, y las subvenciones oficiales han caído de forma fuerte. Nos consta que en algunos casos, cuando las inversiones ya estaban en marcha, se ha cancelado la renovación de subvenciones comprometidas de palabra, que en años anteriores ya se habían recibido. Pero, por otra parte, hay más personas con ganas de implicarse o emprender un proyecto social y el aumento del paro facilita ejercer el voluntariado o plantearse nuevos proyectos en una ONG.

Ambos donan algo, pero un voluntario pone en juego su tiempo, su compromiso y su ilusión. Eso es mucho más valioso que unos centenares de euros al año, así que un voluntario se piensa más su “donación de tiempo” que un socio la suya de dinero. No obstante, a menudo, una persona involucrada en una microONG es ambas cosas: un voluntario y un socio donante.

Es un asunto absolutamente central. Quien ayuda a los demás de corazón se ayuda a sí mismo y contribuye a su propia felicidad personal. Pero eso no significa que quienes ayudan a los demás sean superpersonas, ni inmunes al desaliento, al cansancio o a los momentos bajos, porque son personas como cualquiera. También quienes trabajan o colaboran en una ONG requieren ayuda, afecto, escucha activa y cercanía. Ésta es una forma sencilla y muy eficaz de ayudarles a ayudar

Yo no creo que lo grande sea mejor, así que quitaría el “solo”. Creo que las microONG desean a menudo, y les conviene que sea así, mantener dimensiones en sus proyectos que les permitan su control personal cercano. Pero eso no es incompatible con que de manera puntual puedan integrarse como parte de un proyecto grande, si bien no lo veo deseable como norma general.

“Todas las ONG deben compartir unos principios éticos que formen parte de su ADN organizativo”

Una misión clara, un equipo fundador o directivo comprometido de forma vital, un deseo de profesionalizar al máximo sus actividades, unos principios éticos que formen parte de su ADN organizativo, una rara mezcla de pragmatismo y de inconformismo, un deseo de maximizar los resultados que consiguen, una visión holística del problema y de sus posibles soluciones, un planteamiento sostenible a medio y largo plazo, y una apertura a la innovación.