Hace ya más de un mes que entró en vigor la nueva ley antitabaco. Sin embargo, este tema se mantiene de plena actualidad. Son numerosas las tertulias, foros, blogs e, incluso, discusiones entre colegas que giran en torno a la nueva legislación. Ésta prohíbe fumar en todos los lugares públicos cerrados y en zonas al aire libre como parques infantiles. El Club de Fumadores por la Tolerancia se ha convertido en una de las entidades activas para crear opinión y debate acerca del tema. Javier Blanco Urgoiti, portavoz del Club, afirma que son favorables al cumplimiento de la ley, aunque la consideran injusta. “En nuestro club abogamos porque la libertad entre fumadores y no fumadores sea recíproca y porque se respeten los derechos de todos y triunfe la tolerancia”, subraya. En su opinión, “con la nueva ley no se respetan los derechos del fumador”.
“Nuestra postura es cumplir su contenido, sería ilícito mantener una posición contraria”
Una vez que está aprobada por el Parlamento, nuestra postura es cumplir su contenido. Sería ilícito mantener una posición contraria. Sin embargo, vamos a pelear en contra de la ley, aunque desde la legalidad. Nuestro discurso y acciones van encaminadas a mostrar que es una ley que atenta contra los derechos de los fumadores. No tiene ningún sentido que se prohíba, incluso, que los establecimientos hosteleros tengan una zona especial habilitada para fumadores.
El Club de Fumadores por la Tolerancia es una entidad sin ánimo de lucro que no quiere que haya más fumadores, ni que se fume más, ni que esté permitido en todas partes, sino que entre fumar o no fumar la libertad sea recíproca, que el respeto y la tolerancia triunfen. El Club lo forman personas adultas, fumadores y no fumadores, que creen que el diálogo, el respeto, la cortesía y la tolerancia son instrumentos valiosos para fomentar una convivencia en armonía. Desde el Club de Fumadores por la Tolerancia entendemos que el tabaco es un producto legal dirigido a un público adulto, bien informado sobre sus riesgos y responsable.
No. De hecho, es la más prohibitiva de Europa, más incluso que la de Reino Unido, Chipre e Irlanda, los otros tres países donde no está permitido fumar en lugares públicos. En España se ha ido un paso más lejos, ya que se ha prohibido fumar incluso en zonas al aire libre, como los parques infantiles u hospitales y colegios. Nuestra opinión es que no respeta los derechos de los fumadores.
Creemos que la ley es excesivamente restrictiva. Nos parece correcto el argumento que se da desde el Ministerio de Sanidad, que justifica la prohibición como la manera de proteger los derechos de los no fumadores. Pero creemos que se perjudica a las personas que fuman. Además, nos parece que desde este Ministerio se ha puesto en marcha una campaña manipuladora, con insistentes declaraciones que no son ciertas, como cuando se afirma que en toda Europa está prohibido fumar. Eso no es así. A nosotros nos parecería que hubiera sido correcto mantener la anterior legislación durante unos cuantos años más.
“Abogamos por crear atmósferas de entendimiento entre fumadores y no fumadores”
Nos mantenemos como un club cuyo objetivo es crear opinión y debate, siempre desde el respeto y la tolerancia. Abogamos por crear atmósferas de entendimiento entre fumadores y no fumadores.
No somos un Club de Fumadores convencional, sino una entidad donde se reúnen personas con el ánimo de cruzar opiniones.
La ley está para cumplirla. Otra cosa distinta es movilizarse con diversas acciones con el ánimo de luchar contra la ley. Nosotros hemos elaborado un dossier con más de 400 informaciones de prensa sobre el tema y se lo hemos presentado a la Defensora del Pueblo. Nuestra intención y objetivo era mostrarle que es una ley excesivamente prohibitiva. Nunca se había generado tanta intensidad informativa. Un mes después de su entrada en vigor, aún genera abundantes informaciones en los medios. La anterior reforma (de 2006, que prohibió fumar en los centros de trabajo) dio que hablar el 1, 2 y 3 de enero de ese ejercicio. Y se acabó. En la actualidad, sin embargo, continúa el goteo de noticias relacionadas con las nuevas modificaciones.
“Establecimientos de hostelería que antes estaban llenos o con gran afluencia de público, ahora están vacíos”
Así lo puede palpar cualquier ciudadano. Es muy frecuente ver que establecimientos de hostelería que antes estaban llenos o con gran afluencia de público, ahora están vacíos. Afecta la crisis, pero creemos que también les perjudica la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco.
En general, creo que se ha recibido mal. En los foros de nuestro club, un 98% de los comentarios se muestran en contra de la ley. La postura mayoritaria que se percibe entre nuestros socios es que es una ley injusta.
Además de nuestra visita a la Defensora del Pueblo, el año pasado pusimos en marcha otras campañas. Hicimos una encuesta basada en 1.816 entrevistas, cuya conclusión fue que un 90% de los encuestados estaba a favor de la separación de espacios para fumadores y no fumadores. En verano desarrollamos otra iniciativa curiosa: regalamos tapones para los oídos en zonas conflictivas donde se puede generar mucho ruido por la noche, debido a la afluencia de locales de ocio. El objetivo era tratar de mostrar que con la prohibición de fumar, los fumadores tienen que salir a la calle y eso puede generar problemas de convivencia. En Reino Unido, se ha comprobado que la prohibición de fumar ha elevado notablemente la contaminación acústica nocturna.
“Hasta ahora, se hablaba del botellón, pero se puede instalar entre la sociedad la nueva cultura del cigarrón”
Fumo y salgo poco, pero en una de mis últimas salidas, ya entrada en vigor la nueva ley, he comprobado cómo se puede instalar entre la sociedad la nueva cultura del “cigarrón”. Hasta ahora, se hablaba del botellón que hacen los jóvenes con el ánimo de reunirse y tomar unas copas en la calle de forma más barata que en los locales. Sin embargo, con la nueva ley antitabaco podemos comprobar cómo se forman corrillos de gente a altas horas de la madrugada fuera de los locales de ocio para fumar, ahora que no está permitido hacerlo dentro de restaurantes, bares, pubs o discotecas. En mi última salida nocturna, en el primer cigarrillo nos juntamos fuera de un local cinco personas, en el segundo, el número ascendía a quince y en el tercer cigarro, el grupo rondaba las 30 personas. Eso genera ruido y puede molestar a los vecinos, lo que desencadenaría quejas y problemas de convivencia.