La cosa está que arde en la Bolsa. Las continuas noticias sobre la crisis de deuda de los denominados países periféricos (Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España) han sembrado el miedo en los parqués y ha hecho salir a numerosos inversores. Como la prima de riesgo, la desorientación de los ahorradores particulares marca máximos. ¿Conviene vender todas las acciones y huir de la renta variable? ¿Es el momento, por contra, de comprar? Las dudas se agolpan en la cabeza. Javier Flores, director de inversiones de Dracon Partners EAFI, entidad de asesoramiento financiero independiente, estima que invertir en Bolsa es una opción muy atractiva. Del mercado español, en concreto, le gustan Técnicas Reunidas o Repsol. En su opinión, una subida fulgurante del petróleo sí que haría saltar todas las alarmas del pánico y sería muy preocupante para el inversor bursátil.
No reinvento la rueda, pero creo que este verano será lateral en la Bolsa. No veremos nuevos máximos. Aunque la tendencia de fondo a largo y medio plazo es alcista, las dudas son muy fuertes. Hay varios frentes abiertos en el corto plazo, por lo que me mantengo prudente hasta el último trimestre del año.
La verdad es que no hay muchos riesgos que tengan suficiente fuerza como para materializarse. Ni la crisis de deuda europea, ni el tema del techo de gasto en Estados Unidos, ni los miedos inflacionistas, ni la incipiente burbuja de las materias primas o una nueva recesión global, me parece que vayan a concretarse tanto como para estropear la buena marcha de las empresas y sus resultados. No obstante, sí crean un sentimiento de pesimismo que no se ajusta a la realidad de unas Bolsas muy atractivas. Solo una subida rápida y drástica en el petróleo sería muy preocupante. Ese es el principal riesgo que conviene vigilar.
“Solo una subida rápida y drástica en el petróleo sería muy preocupante”
En el contexto actual, España está a la cabeza de los mercados en cuarentena. Pero se pueden encontrar valores concretos con un buen potencial de revalorización y descorrelacionados de la situación económica española. Espero poder apostar más fuerte por España a final de año. Pero, de momento, y salvo excepciones muy concretas, mejor otros mercados.
Con las últimas caídas y a los precios actuales, compraría en España OHL, Técnicas Reunidas o Repsol. En Europa, Axa y Roche. Y en Estados Unidos hay compañías como Morgan Stanley, Google, Apple o Master Card, aún con recorrido alcista.
La situación de Grecia camina, de manera inevitable, hacia una reducción importante del monto total de la deuda, próxima al 50% (unos 170.000 millones de euros). Es la única manera posible de que el país heleno pueda llegar a financiarse por sí mismo.
“Es mejor reestructurar la economía que tener que reestructurar la deuda”
No parece necesario. Es más, el primer rescate tampoco lo habría sido de no haberse precipitado la situación. Portugal tenía un problema de liquidez, no de solvencia.
No sé si calificarlo de justo o injusto, pero lo mejor para no descubrirlo es reestructurar la economía antes que terminar reestructurando la deuda…
No.
En renta fija pura hay poco que rascar. Me encuentro cómodo con algunos bonos corporativos y convertibles. Y en cuanto a inversiones inmobiliarias, todavía es pronto para tomar posiciones, aunque creo que este año los precios tocarán fondo y será algo que tener en cuenta a partir del año próximo. Algunas materias primas, en las que se puede invertir a través de diferentes instrumentos, también presentan una buena perspectiva para los próximos meses (oro, petróleo, cobre).
En resumen, se está en uno de los mejores momentos en mucho tiempo para entrar en Bolsa, inversión que se diversificaría con bonos corporativos y convertibles y algunas posiciones en divisas y materias primas.
Puede ser un final de año muy positivo para los principales índices, con niveles próximos a 1.440 puntos del S&P 500 en Estados Unidos y 11.200 puntos para el Ibex.
Como idea principal, dejar la cartera en una posición defensiva o de liquidez para retomar posiciones a la vuelta de vacaciones. El inversor con mejores resultados no trata de adivinar y estar en todos los movimientos sino que, igual que hace un buen surfista, espera la oportunidad de subirse a la mejor ola.
Siempre hay oportunidades y para el inversor no profesional, salvo que cuente con un asesoramiento independiente que siga y asesore sus posiciones, ahora mismo es momento de descansar y disfrutar de las vacaciones sin sobresaltos.
Creo que esta crisis es solo una etapa más que nos ha llevado a una mayor división entre fuertes y débiles (compañías, economías…), pero la canción es siempre la misma: hay un tema de fondo que es de índole moral y una regulación que va por detrás de la realidad del mercado y de productos cada vez más complejos. Creo que es necesario proteger más al inversor particular.