Los productos con la ecoetiqueta internacional MSC garantizan a los consumidores que provienen de una pesca sostenible. La diferencia de precio respecto a los convencionales es pequeña y, al adquirirlos, contribuimos a cuidar los ecosistemas marinos y a unas mejores condiciones para los pescadores, asegura Laura Rodríguez, directora de este sello en España y Portugal. Los consumidores tenemos a nuestra disposición cada vez más productos MSC -más de 400 en España– que son también una forma de evitar que nos engañen con la pesca ilegal, que se cifra en torno al 30% a nivel mundial y causa importantes daños en los océanos.
Por los estudios que realizamos en puntos de venta percibimos que el consumidor es consciente, en particular de ciertas técnicas de pesca, de la contaminación marina y también de las tallas de los peces. También vemos que, ante las noticias negativas, piensa que todo el pescado está agotado o tiene ideas confusas sobre las especies que se pueden consumir y cuáles se deberían evitar.
“La diferencia de precios entre los productos pesqueros con MSC y los convencionales es pequeña”El sello azul de MSC es la cara visible de un programa de certificación que abarca desde el barco hasta el producto que llega al consumidor. Nuestro programa asegura, mediante auditorías independientes, que las poblaciones de peces se mantengan en un estado saludable, que las técnicas de pesca minimicen el impacto en el medio ambiente y que se realice una buena gestión. Apoyar productos MSC es fundamental para que los barcos y las empresas procesadoras vean reconocido su esfuerzo de operar de manera más sostenible. La demanda de pescado sostenible certificado incentiva a toda la cadena de suministro de pescado -desde el barco al consumidor- a respetar los océanos.
La certificación implica unos mayores costes que asumen desde los pescadores hasta los comercializadores. Una parte se traslada al consumidor, pero por lo general el diferencial de precio es pequeño. Por otro lado, cuando hablamos de costes hay que evaluar también el de la pesca insostenible, cuánto cuesta reparar un ecosistema o compensar las pérdidas de los productores o empresas transformadoras si no tienen pescado una campaña. Los costes de reparación son mucho más altos para la sociedad que la inversión a largo plazo de operar de manera sostenible. Cuando la pesca se realiza respetando el ecosistema, las poblaciones de peces son más productivas y hay un mayor retorno económico para los pescadores.
Abrimos la oficina hace seis años y ahora estamos en plena fase de expansión. Hay flota gallega que ha certificado capturas de bacalao y merluza de pincho; toda la flota vasca se ha unido a la Cofradía de Laredo para lograr la certificación de la anchoa del Cantábrico, el bonito del Norte y la sardina del Golfo de Vizcaya; y Cofradías Asturianas han logrado la primera certificación MSC de pulpo del mundo. Además, en colaboración con la ONG WWF, vamos a realizar un diagnóstico de sostenibilidad de diversas especies en el Mediterráneo. Desde el punto de vista empresarial, 120 empresas han obtenido la certificación de Cadena de Custodia, que les permite comercializar productos con nuestro sello, y la gama de productos MSC disponible en España supera los 400.
“La gama de productos MSC disponible en España supera los 400”En cadenas de distribución. Este año, además, EROSKI ha dado un importante paso certificando cerca de 350 supermercados e hipermercados para ofrecer pescado fresco MSC, especialmente vinculado con las especies certificadas por la flota vasca, un compromiso no solo con la salud de los océanos sino también con el producto local. En el sector de la restauración destaca el compromiso de Ikea de que el 100% del pescado de sus restaurantes y tiendas sea certificado.
En primer lugar, es necesario contar con una oferta de las especies habituales para los consumidores, y en especial de la flota local. En segundo lugar, que las empresas prioricen en sus compras el pescado certificado y haya una oferta amplia de productos con sello MSC en el mercado. Por último, toca educar y sensibilizar al consumidor para que conozca la ecoetiqueta y elija los productos certificados en su día a día. En España, el gran desafío es la variedad de especies que consumimos y la importancia de la compra de pescado en fresco, lo que implica involucrar desde la lonja al distribuidor.
La cifra de fraude en el etiquetado de pescado (es decir, que la especie no coincida con lo que pone en la etiqueta) se cifra en torno a un 30% a nivel mundial (en Europa es más bajo). Se han detectado más riesgos en el sector de la restauración, donde se sustituye la especie ofertada por otra de menor valor económico, como el bacalao por panga o atún rojo por otras especies de atún. En MSC realizamos análisis de ADN de los productos con nuestra ecoetiqueta y la fiabilidad es muy alta. En los tres últimos años, más del 99% de las muestras analizadas estaban etiquetadas de modo correcto.
“La cifra de fraude en el etiquetado de pescado se cifra en un 30% a nivel mundial”Se estima que entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado capturado ilegalmente son desembarcadas a nivel mundial, lo que supone enormes pérdidas para el sector. Un factor esencial para asegurar la pesca sostenible es que existan datos fiables para actuar a tiempo ante el colapso de ciertas especies o que se ponga en peligro la recuperación de otras. Las flotas de pesca ilegal, además, conllevan grandes riesgos para los derechos laborales y el impacto en el medio ambiente.
Los consumidores tienen una labor fundamental para influir cómo se pesca. Si de manera masiva optan por los productos de pesca sostenible, las empresas y los productores se esforzarán por ofrecer estos productos. Si no tienen en cuenta la sostenibilidad a la hora de comprar, quienes realizan más esfuerzo no encontrarán incentivos para seguir realizando buenas prácticas a largo plazo. Cada eslabón de la cadena tiene que asumir su responsabilidad si queremos una transformación real hacia la sostenibilidad.
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