La rentabilidad de los ahorros no se basa solamente en lograr que éstos crezcan, sino también en evitar que los impuestos se los «coman». No se debe, por tanto, cegarse por la rentabilidad financiera que se obtiene con ellos (que es muy importante) sino fijarse en la rentabilidad financiera y fiscal total de los mismos.
En el caso de los fondos de inversión, la nueva fiscalidad permite «saltar» de fondo a fondo buscando la mejor rentabilidad financiera en cada momento, sin necesidad de tributar por ello en cada «cambio» hasta que de manera definitiva se disponga de ese dinero. Por tanto, si los ahorro tiene un horizonte de largo plazo se debiera utilizar esta técnica para evitar pagar impuestos elevados.
En el caso de los trámites que se deben seguir para hacer efectivo este traspaso de fondos dentro de los fondos de la misma entidad o para traspasarlos a otra son los siguientes:
– En primer lugar, hay que dirigirse a la entidad que ofrece ese nuevo fondo de inversión que interesa (entidad destino) y dar una orden por escrito para que haga las gestiones necesarias para el traspaso del fondo actual al nuevo (de la misma entidad o de distinta).
– La entidad destino con esta documentación debidamente cumplimentada tiene un día hábil para solicitar el traspaso a la otra entidad, indicando los datos de la cuenta en la que debe abonar.
– La entidad origen tiene dos días hábiles desde la recepción de la solicitud para realizar las comprobaciones que estime oportunas.
– El traspaso del fondo se realizará a partir del tercer día hábil, también se traspasa con él la información financiera y fiscal necesaria para la suscripción del mismo.
En definitiva, cómodamente y con único trámite se puede cambiar de un fondo a otro, sin tributar por ello y buscando siempre la mejor rentabilidad financiera para los ahorros.