Comer es un acto placentero. Sin embargo, para algunas personas se puede llegar a convertir en algo desagradable e incluso peligroso. Son los alérgicos e intolerantes a los alimentos. Aunque es difícil concretar el número exacto de personas que padecen estas enfermedades, los expertos aseguran que en los últimos 15 años los casos se han duplicado.
De hecho, hoy en día, se reconoce que las alergias e intolerancias alimentarias son un tema fundamental en la seguridad e industria alimentaria. De ahí que EROSKI CONSUMER haya querido conocer cuáles son las dificultades que encuentra este colectivo en su rutina diaria a la hora de hacer la compra y cuando salen a comer fuera de casa. Para ello, la revista entrevistó entre finales de marzo y primeros de abril a más de 1.100 personas que sufrían una o ambas dolencias o que tenían a su cargo a familiares que las padecían. Todos ellos procedían de 17 comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Islas Baleares, La Rioja, Murcia, Navarra y País Vasco. Un 88% de ellos sufría alguna alergia o intolerancia alimentaria (o las dos), mientras que el resto tenía alguna persona a su cargo con alguna de estas dos dolencias.
Desconfianza e inseguridad
En la encuesta queda clara la desconfianza e inseguridad de los participantes a la hora de comprar y salir a comer fuera de casa.
En primer lugar, uno de cada cinco entrevistados siente que habitualmente no puede hacer la compra con total seguridad en cualquier establecimiento y un 37% solo a veces. Es más, uno de cada cuatro piensa que los productos nunca se etiquetan de manera adecuada. Comprar resulta tedioso y difícil y reclaman una información lo más detallada y legible posible.
Asimismo, para tres de cada cinco encuestados salir a comer fuera supone un riesgo para su salud. Y es que al pedir el menú más de la mitad de los encuestados opina que en hostelería nunca se toman las precauciones necesarias: avisar sobre la posible presencia de alérgenos en los platos, detallar al máximo los ingredientes en sus cartas y menús, evitar la contaminación cruzada en el almacenamiento y manipulación de los productos, y disponer de útiles de trabajo exclusivos para los menús infantiles. De ahí que exijan más formación en el ámbito de la hostelería en materia de alergias e intolerancias alimentarias.
La compra: más cara y diversificada
Si para cualquiera sumergirse en la jungla de marcas, precios y tipos de productos puede ser complejo, para los alérgicos e intolerantes alimentarios es mucho peor y según creen, les supone un mayor esfuerzo económico.
Un 90% de los encuestados consideran que el carro de la compra de un alérgico e intolerante alimentario es más caro que el de una persona sin estas enfermedades. Lo creen en mayor proporción los intolerantes (un 92% de ellos frente al 86% de los alérgicos entrevistados). Dan incluso una estimación media: un 46% más caro. super e hiper, donde más se compra.
Comer fuera
¿Cuál es la sensación que este colectivo tiene cuando sale a comer fuera? Dos de cada tres entrevistados por EROSKI CONSUMER cree que padecer una alergia o una intolerancia alimentaria les condiciona. Es más, a tres de cada cinco le parece que hacerlo supone un riesgo para su salud, en especial a los menores de 10 años (es así para los tutores del 94% de ellos). En este sentido, hay diferencias entre los alérgicos e intolerantes: un 69% de los primeros siente que está en riesgo, mientras que entre los intolerantes la proporción baja un poco y es del 54%.
Tanto alérgicos como intolerantes de todas las edades temen que no se excluya el ingrediente dañino del plato pese a requerirlo y que se produzca una contaminación cruzada en el momento de elaborar el plato. Sin embargo, los alérgicos también añaden otro temor (especialmente los menores de 10 años y con edades comprendidas entre los 10 y los 19 años): que la ayuda médica no llegue a tiempo o que nadie a su alrededor sepa actuar en caso de tener una reacción.
Las personas entrevistadas suelen tomar sus propias precauciones. En primer lugar, evitar cierto tipo de establecimientos: de comida rápida (un 47% lo hace), de cocina asiática, italiana y mexicana (un 40% respectivamente) y de buffet (un 30%).
Además, si finalmente se toma la decisión de salir fuera, hay quien no renuncia a seguir un procedimiento. En primer lugar, un 34% siempre reserva con anterioridad y durante la misma un 52% tiene por costumbre explicar su enfermedad al personal del establecimiento (más común entre los alérgicos que entre los intolerantes y entre los jóvenes de entre 10 y 19 años). v
Una vez en el restaurante, el 91% de los entrevistados lee cuidadosamente las descripciones de los platos por si hay alguna mención sobre el alimento dañino y el 79% verifica con el camarero los ingredientes que contiene cada uno de ellos. Por último, cuando piden la comida, poco más de la mitad de los encuestados se asegura de que el camarero le da el mensaje al cocinero.
Necesito ir a varios establecimientos para comprar los productos básicos de mi dieta | En mi hogar, siempre compran por separado los productos para los alérgicos o intolerantes | Siempre verifico la lista de ingredientes | Siempre compruebo si en la etiqueta hay advertencias dirigidas específicamente a los alérgicos/intolerantes alimentarios | |
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TOTAL | 57,0% | 29,8% | 86,8% | 88,6% |
DOLENCIA | ||||
Alérgico/a a algún alimento | 57,7% | 33,9% | 87,3% | 89,5% |
Intolerante a algún alimento | 56,9% | 29,2% | 86,9% | 87,7% |
EDAD | ||||
Menores de 10 años | 91,2% | 31,2% | 96,8% | 97,6% |
De 10 a 19 años | 79,2% | 32,1% | 96,2% | 100,0% |
De 20 a 29 años | 51,6% | 28,9% | 82,0% | 84,4% |
De 30 a 39 años | 54,3% | 25,7% | 85,4% | 90,7% |
De 40 a 49 años | 52,0% | 29,6% | 86,1% | 86,7% |
50 años o más | 45,8% | 34,4% | 84,6% | 83,3% |
*EROSKI CONSUMER encuestó a través de su web www.consumer.es a 1.107 personas con alergias e/o intolerancias alimentarias en 17 comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Islas Baleares, La Rioja, Murcia, Navarra y País Vasco). Un 88% de ellos serán quienes sufrían alguna de las dos enfermedades (o las dos), mientras que el resto tenía alguna persona a su cargo con alguno de estos dos males (en tres de cada cuatro de estos casos quienes respondían al cuestionario eran los padres).
Reservar con anterioridad | Durante la reserva, explicar mi alergia o intolerancia a los alimentos | Al llegar al restaurante, asegurarme de que el/la camarero/a sepa que tengo una alergia o intolerancia | ||
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TOTAL | – | 34,0% | 51,9% | 66,0% |
DOLENCIA | Alérgico/a a algún alimento | 34,3% | 56,4% | 71,7% |
Intolerante a algún alimento | 34,9% | 49,4% | 62,5% | |
EDAD | Menores de 10 años | 42,4% | 80,8% | 96,0% |
De 10 a 19 años | 41,5% | 66,0% | 77,4% | |
De 20 a 29 años | 19,5% | 45,3% | 60,2% | |
De 30 a 39 años | 35,0% | 47,1% | 63,6% | |
De 40 a 49 años | 34,7% | 50,3% | 63,9% | |
50 años o más | 33,5% | 44,1% | 55,9% |
Leer cuidadosamente las descripciones de los platos | Verificar habitualmente con el camarero los ingredientes que contienen los platos | Al pedir la comida, asegurarme de que el camarero le da el mansaje al cocinero | ||
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TOTAL | – | 91,0% | 79,0% | 56,5% |
DOLENCIA | Alérgico/a a algún alimento | 93,1% | 83,5% | 62,6% |
Intolerante a algún alimento | 89,9% | 76,5% | 52,6% | |
EDAD | Menores de 10 años | 96,8% | 95,2% | 85,6% |
De 10 a 19 años | 90,6% | 86,8% | 77,4% | |
De 20 a 29 años | 92,2% | 76,6% | 44,5% | |
De 30 a 39 años | 92,5% | 80,4% | 54,3% | |
De 40 a 49 años | 90,5% | 77,9% | 55,8% | |
50 años o más | 85,9% | 69,6% | 46,3% |