Las trepadoras son una fantástica opción para cubrir muros, esquinas y espacios verticales que de otra manera podrían ser una losa visual dentro del conjunto de un espacio ajardinado. Pero su colocación debe estudiarse, ya no sólo en cuanto a colorido, efecto estético y sistemas de agarre, sino también por que algunas pueden perjudicar más que beneficiar.
Los aficionados al mundo de las plantas suelen cometer un error con respecto a las trepadoras y es dejar que éstas vayan creciendo y extendiéndose a su antojo. Esto es una equivocación, es mucho mejor contar con soportes para evitar así que las trepadoras tomen como elementos de fijación cables telefónicos, eléctricos o tuberías.
Además, es importante que las trepadoras tengan muy bien cubiertas su necesidades de agua y nutrientes porque en época de sequía, algunas trepadoras, como la hiedra, tratan de cubrir su necesidades a costa de lo que sea, enraizándose de tal manera para chupar la humedad que luego eliminar una planta de este tipo puede suponer tener un arduo trabajo.