Las pinturas plásticas o al agua son muy adecuadas para decorar los techos, paredes y madera de nuestras casas. No obstante, debido a su elevada calidad también pueden emplearse como revestimiento en exteriores. En el mercado podremos encontrar multitud de colores que se adaptarán a la decoración de nuestra casa, aunque también podemos pedir que nos hagan un color personalizado, y estas pinturas pueden ser mates o satinadas.
Este tipo de pinturas se diluyen en agua y pueden mezclarse con otras de base acuosa para conseguir diferentes tonalidades. También puede teñirlas empleando colorantes universales o colorantes acrílicos, aunque siempre suele ser mejor optar por el color según sale del bote, porque luego nos puede llegar a ser muy difícil conseguir una misma tonalidad si se nos acaba la cantidad de pintura que hemos preparado o si queremos pintar de ese mismo color otra estancia de nuestra casa.
Además tienen otras importante ventaja: la rapidez de su secado -de una a tres horas- por lo que no tardaremos en poder dar una segunda mano si la superficie lo precisa. Poseen una mayor riqueza en el pigmento que otros tipos de pinturas, por lo que con una sola mano podemos obtener mejores resultados que empleando dos manos con cualquier otro tipo de producto.
Son pinturas baratas y sumamente recomendables si lo que se quiere cubrir son superficies de grandes dimensiones, y además son muy resistentes a la humedad, por lo que se convierten en la mejor opción a la hora de pintar cocinas y, sobre todo, baños.
También es bueno saber que si se cansa de un color se puede pintar encima, aunque estas pinturas pueden retirarse con relativa facilidad empleando alcohol desnaturalizado.