La guerra contra el «botellón» ha comenzado. El Gobierno prohibirá el consumo de bebidas alcohólicas en la calle y la venta a menores de 18 años. En los próximos meses elaborará una ley básica que fijará criterios homogéneos para limitar la edad y los lugares de reunión callejera en torno al alcohol, y permitirá a Ayuntamientos y Comunidades Autónomas restringir con mayores garantías el fenómeno del «botellón», que cada fin de semana convoca a miles de jóvenes en numerosos puntos de España. El ministro del Interior, Mariano Rajoy, escogió el foro más idóneo para lanzar el anuncio: el congreso sobre «Jóvenes, noche y alcohol» que se abrió ayer en Madrid bajo los auspicios de su departamento, a través del Plan Nacional sobre Drogas.
Durante tres días expertos nacionales e internacionales buscarán respuestas a la forma de ocio juvenil imperante. El proyecto es apenas un esbozo sin concretar, pero el Gobierno espera tenerlo listo antes de que acabe en junio el actual periodo de sesiones parlamentarias. Ahora se abre un proceso de debate interministerial entre los departamentos implicados, que deberá conducir, previa consulta a los poderes regionales y locales, a un proyecto de ley que ofrezca un marco legal homologado en todo el Estado que ordene la dispersa normativa existente.
El Ministerio de Sanidad está a punto de ultimar un decreto que eleve a los 18 años la edad mínima para la compra y venta de bebidas alcohólicas. En la actualidad el límite general está fijado en los 16 años, aunque son muchas las Comunidades que ya han puesto el listón en la mayoría de edad y otras que distinguen en función de la graduación de las bebidas.
Junto a esta primera restricción y la prohibición de beber en la vía pública, Rajoy enumeró también otras posibles medidas, como «ordenar las restricciones de venta, distribución y consumo de alcohol en menores; límites en la publicidad y promoción de bebidas alcohólicas, y endurecer las sanciones a los establecimientos del tipo que sean que expendan bebidas alcohólicas a menores». El ministro adelantó que España llevará a debate en la UE durante el semestre de presidencia la inclusión de los programas contra las drogas y alcohol en los planes de estudio de las escuelas.
Expectación y cautela
Las propuestas fueron acogidas con expectación y también cierta cautela por algunos de los expertos convocados para las diferentes ponencias. Para Javier Elzo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto (Bilbao), la eficacia de estas medidas es, cuando menos dudosa, si antes no cambia el entorno social y el caldo de cultivo que ha degenerado en el «botellón».
Por su parte, Gonzalo Robles, delegado del Plan Nacional sobre Drogas, indicó que la edad media de iniciación al consumo de alcohol en España es de 13’6 años, de las más bajas de la UE, al tiempo que el porcentaje de bebedores asiduos es abrumador.