El Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo aprobaron ayer una nueva directiva sobre fabricación, presentación y venta de productos de tabaco que, según el comisario de Sanidad y Protección de los Consumidores, David Byrne, permitirá «que muchos europeos dejen de fumar». La directiva tiene como fin aproximar las legislaciones nacionales sobre el contenido máximo de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono de los cigarrillos, así como las advertencias sanitarias y otras indicaciones sobre estos productos.
Además, la utilización de términos como «light» o «bajo en nicotina» serán prohibidos en la UE, ya que incitan, según las autoridades comunitarias, al consumo. Las máquinas expendedoras de tabaco también serán vigiladas, en especial los mensajes que contengan, y se prohibirá la utilización de fotografías sugestivas que puedan provocar una atracción hacia el producto. Las advertencias sanitarias que figuran en los paquetes de tabaco deberán ser agrandadas y actualizadas y tendrán que figurar en todo tipo de tabaco.