Durante muchos años de monopolio el único número de información telefónica ha sido el 1003. A mediados de 2002 se liberalizó este servicio, eliminando el viejo número de cuatro cifras y abriendo a las empresas privadas el 118xx. Actualmente existen más de veinte operadores.
Estos números no sólo informan sobre el número solicitado sino que también pueden pasar la llamada directamente a ese número, sin que el usuario tenga que colgar el aparato y volver a llamar. Es lo que se denomina «progresión de llamada».
Normalmente, en ningún momento se informa de que en esa «progresión de llamada» se sigue aplicando la tarifa de la línea 118, con lo que el coste por minuto puede ser hasta 76 veces superior que el precio de una llamada normal. En definitiva, resulta mucho más económico apuntar el número en un papel y llamar después.
En la página web del operador dominante se explica con claridad en qué consiste esta prestación, pero a la hora de hablar de la tarifa la expresión que utilizan resulta ambigua: «Esta facilidad sólo se presta con la autorización expresa del cliente, tarificándose el tiempo de conversación para los clientes según precios vigentes en cada momento y condiciones particulares de cada uno de los clientes».
Telefónica, como operador universal, tiene la obligación de mantener el 11818 como sustituto del 1003, con las mismas tarifas. El resto de números, denominados Servicios de Valor Añadido, son más caros, con diferencias entre unos y otros que un informe de Facua estipulaba hasta en un 458%. A cambio, se puede obtener por ejemplo, el domicilio o código postal del abonado. Algunos atienden en otras lenguas oficiales, como catalán, gallego y euskera. También ofrecen la posibilidad de enviar la respuesta al móvil del usuario, a un fax o a una dirección de correo electrónico.
Si quiere consultar un completo cuadro de tarifas, Facua realiza periódicamente informes de precios: www.facua.org/facuainforma/2004/28abril2004.htm.