España es el país más barato de la Unión Europea para comer, beber (con o sin alcohol) y fumar, según un estudio realizado por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) con datos facilitados por los institutos nacionales de estadística de 31 países europeos, incluyendo a los Quince. El estudio comparó los precios de 550 artículos de alimentación, bebidas y tabaco durante 2001 en los quince países de la UE, los trece que son candidatos a la adhesión, más Islandia, Noruega y Suiza.
Para el capítulo de gasto dedicado a comer, beber y fumar, España tiene un nivel de precios inferior en un 22% a la media de la Unión Europea. Eso le sitúa como el país más barato en esta rúbrica del consumo, incluso más que Portugal y Grecia, que son un 5% más caros.
Además, los datos de Eurostat muestran que España es más barata que todos los demás países de la UE en los tres apartados analizados, pero especialmente en tabaco (un 38% más barato que el promedio de la UE) y bebidas, tanto alcohólicas (35%) como no alcohólicas (café, té, agua mineral, zumos de frutas o refrescos, un 32% más baratas).
El balance es menos claro en lo que se refiere estrictamente a la alimentación. En conjunto, son un 18% más baratos, pero hay artículos básicos, como el pan y los cereales, que salen un 1% más caros que entre los socios comunitarios, diferencia que sube hasta el 6% en el caso del azúcar y las confituras. La carne, sin embargo, es un 31% más barata; el pescado, un 10%; la fruta, un 15%; la leche, queso y huevos, un 14%; las legumbres, un 19%, y los aceites y grasas, también un 19%.
El Estado comunitario donde hay que rascarse más el bolsillo para comer, beber y fumar es Dinamarca, un 31% más caro que el promedio de la UE, seguido de Irlanda (24%), Finlandia y Reino Unido (un 22% ambos), Suecia (18%) y Francia (5%). En la media comunitaria figura Austria y con precios más bajos que el promedio están Alemania y Luxemburgo (un 3% en los dos casos), Bélgica e Italia (ambos un 4%), Holanda (6%), Portugal y Grecia (17%) y España (22%).
El informe de Eurostat resume el diferencial de precios dentro de la UE señalando que «una cesta comparable de productos alimentarios, de bebidas y de tabaco en el país más caro de la UE, Dinamarca, cuesta cerca de un 70% más que en el país menos caro, España».