Angola, Colombia, Congo, Liberia, Somalia, Sudán, Corea del Norte y Chechenia constituyen el eje central de un informe de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) que trata de romper el silencio mundial que rodea a las crisis humanitarias que padecen esos países. Una situación que se ve además agravada por los problemas de sus habitantes para acceder a los medicamentos contra el sida y otras enfermedades infecciosas y por la escasa protección legal de las personas amenazadas durante las guerras.
Según Médicos Sin Fronteras, las condiciones a las que se enfrentan los civiles de Estados como Somalia, Angola o Congo en su lucha por la supervivencia en medio de los conflictos armados «son prácticamente desconocidas y reciben muy poca atención de los medios de comunicación». Y ello a pesar de que los permanentes brotes de violencia, la hambruna, las epidemias y la escasez de alimentos han abocado a sus habitantes a un sufrimiento permanente y a una vida en condiciones intolerables. El documento incide en los «grandes olvidados» de 2002 y hace hincapié en la necesidad de que la ayuda internacional vuelva a poner sus ojos en los países mencionados. «Estas historias deben ser rescatadas del olvido», subraya Eric Stobbaerts, director general de la ONG en España.
La crisis de acceso a medicamentos para enfermedades que matan a millones de personas es uno de los aspectos destacados en el informe. Mientras el sida causa seis muertes cada minuto, afecciones prácticamente desconocidas en los Estados desarrollados -como la enfermedad del sueño, la malaria, la tuberculosis o la leishmaniasis- «amenazan conjuntamente a 650 millones de vidas y cada año matan a más de 4 millones de personas en estos países», señala la ONG, que advierte que «nuestra experiencia nos enseña que el silencio es el mejor aliado de la violencia y la impunidad».