La organización conservacionista Ecologistas en Acción ha presentado más de un centenar de alegaciones al Plan de Recuperación del Lince en Extremadura, elaborado por la Junta de esta comunidad, ya que lo considera «insuficiente y poco comprometido» con una especie catalogada en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
La asociación ecologista aplaude la iniciativa de la Administración regional con la aprobación de este Plan y considera «muy urgente» la puesta en funcionamiento de un Plan de Gestión Multidisciplinar para las zonas que ocupa el lince, que regule todas aquellas acciones que perjudican a esta especie. Para ello, considera que es necesario un «Pacto Extremeño por el lince», cuyo primer paso debiera ser la aprobación del Plan de Recuperación del Lince ibérico mediante Decreto «y no, según parece, un documento vacío de contenido que certifique la extinción del lince».
Ecologistas en Acción señala que, actualmente, el lince ibérico se distribuye por varias comarcas de Extremadura, y fundamentalmente del norte de Cáceres, donde afirma que existen linces vagabundos que encuentran numerosas dificultades en su camino hacia la supervivencia. El Sistema Central ha sido tradicionalmente el núcleo lincero mejor conocido en Extremadura, donde se estimó la presencia de aproximadamente 35-45 individuos en 1996. Hoy en día la situación parece ser aún más dramática y los últimos linces precisan medidas de apoyo para su conservación, según los conservacionistas.
Otras áreas de Extremadura donde dice la asociación que hay linces son Monfragüe, Sierras de Villuercas y Guadalupe, Sierra de San Pedro y la comarca de Cíjara-Herrera del Duque. Además, también existen sierras aisladas de la provincia de Badajoz donde el lince podría estar presente actualmente o estarlo en el futuro, ya que hay hábitats favorables, como las áreas de Sierra Morena Occidental que limitan con Huelva y Sevilla.
Para Ecologistas en Acción, la situación en la que se encuentra el lince ibérico es consecuencia de la «nefasta política ambiental que la Junta de Extremadura viene desarrollando en la última década, en donde existe una absoluta desregulación de usos y una carencia alarmante de espacios naturales protegidos que favorezcan la conservación de las especies protegidas».
En este sentido, lamenta que toda la política de espacios naturales se «reduzca al Parque Natural de Monfragüe, que cada vez se encuentra con un mayor grado de saturación y degradación de sus ecosistemas».
Por su parte, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura aclaró que el Plan de Recuperación del Lince en Extremadura cuenta con el apoyo de todos los miembros de la comisión permanente del Consejo Asesor de Medio Ambiente, integrada por las organizaciones agrarias, ecologistas y sindicales más representativas de Extremadura, así como por otras instituciones como Diputaciones Provinciales, la Universidad de Extremadura y la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (FEMPEX).