Un estudio, elaborado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental (ICTA) de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) sobre el impacto del fuel del »Prestige» en la Costa de la Muerte, alerta del llamado »efecto lasaña» en las playas. Éste consiste en la importante presencia de capas de «chapapote» en sedimentos inferiores de los arenales en los que parece que la situación se ha normalizado, sin embargo la arena sólo está superficialmente limpia.
«Hay una apariencia de normalidad porque la deposición de la arena es diaria y puedes ver una playa absolutamente arenosa y limpia», explicó el geógrafo y coordinador del estudio, Martí Boada, quien concretó que «el chapapote del día anterior puede estar a unos cuantos centímetros de profundidad, es como una lasaña».
Sobre la manera de eliminar este fuel sedimentado bajo la arena limpia, el geógrafo consideró que «la capacidad natural de que la playa, como ecosistema, metabolice este sedimento no se puede calcular en años: es bastante imprevisible».
Otra de las conclusiones de este estudio es que no se dispone de ningún protocolo para el seguimiento de los efectos en la salud de la población. «Esta es una de las cosas que más sorprende», consideró Boada, «que no haya ningún protocolo para el seguimiento del tema sanitario entre la población ante un impacto tan notorio y relevante en la costa como éste».
Para este experto, es necesario valorar «la parte psicológica, el impacto en una población que se encuentra en un escenario natural tan interesante, positivo y limpio, y que de golpe aparezca una agresión de este tipo, que es una catástrofe viva, que aún está actuando».
Los investigadores de la UAB entienden que es necesaria una mejoría en la coordinación de las intervenciones y la búsqueda de indicadores para evaluar objetivamente el estado de esta crisis. Además, apuestan por estudiar el impacto del fuel en las zonas no visibles de los acantilados, su acumulación bajo la arena y estudiar el efecto del vertido sobre la biodiversidad de la zona.