Biólogos de la Universidad de Shangai (China) han aplicado por primera vez con éxito las técnicas de clonación para crear embriones a partir de células humanas y óvulos de conejos con el objetivo, aparentemente culminado, de obtener células madre embrionarias de potencial terapéutico contra graves enfermedades humanas. Los resultados de esta investigación, que aparecerá esta semana en una publicación de la Academia Nacional de Ciencias de China, han suscitado ya una gran controversia ética, ya que si bien aparecen como una alternativa a la utilización de embriones humanos que son destruidos para obtener células madre, supone la creación y mantenimiento con vida durante días de híbridos de humanos y conejos, con la inquietante posibilidad teórica de ser implantados en úteros de mujeres.
La estrategia utilizada por el grupo de la investigadora Huizhen Sheng es muy similar a la empleada hace pocos años por científicos de la empresa estadounidense ATC, que fusionaron células humanas con óvulos de vaca, aunque finalmente los embriones resultantes no se desarrollaron lo suficiente como para aportar células madre. El objetivo en ambos casos es idéntico: la utilización de óvulos de animales a los que se retira el núcleo con el material genético fundamental para que propicien la reprogramación de células humanas adultas hasta un estado embrionario. De esa forma se pretende crear embriones a partir de células sanas de pacientes para cosechar, al cabo de varios días de desarrollo, células madre que después se diferenciarían en laboratorio en las específicas que necesita el paciente para poder trasplantárselas sin riesgo de rechazo inmune.
La investigadora Huizhen Sheng señala que logró reprogramar con óvulos de conejo células cutáneas de tres varones de distintas edades y de una mujer de 60 años. En total, asegura haber conseguido más de cien embriones híbridos de los que pudo extraer células madre. La doctora Sheng ha necesitado mucho tiempo para convencer a sus colegas de que sus resultados son correctos, ya que su estudio fue remitido hace más de dos años a otras revistas científicas sin lograr el visto bueno de los revisores independientes, que en este tipo de publicaciones científicas certifican la validez del estudio.
Algunos científicos expresan no sólo dudas éticas sobre esta estrategia, sino que también dudan de la utilidad de ese tipo de células madre. En declaraciones efectuadas a «Nature», el biólogo Doug Melton, de la Universidad de Harvard, precisa que no está muy claro si las células madre de esos embriones híbridos podrán crecer indefinidamente en cultivos de laboratorio, como ocurre con las aisladas directamente de embriones humanos. Aunque a los óvulos de conejo se les retira el ADN del núcleo, aportan durante la fusión el material genético de sus mitocondrias y podrían surgir incompatibilidades con el núcleo de las células humanas.
Sin embargo, la doctora Sheng se muestra convencida de que la utilización de óvulos de animales tiene mucho futuro para resolver una de las grandes limitaciones de las técnicas de clonación aplicadas con fines terapéuticos: la insuficiente disponibilidad de óvulos humanos para este tipo de experimentos, cuya tasa de éxito en laboratorio es, además, muy baja.