El virus informático «Blaster» se ha convertido en la auténtica pesadilla de los ordenadores de todo el mundo desde la semana pasada. Y no cesan de salirle hijos. Según los expertos, la última variante de este pernicioso «gusano» -a la que ya han bautizado como «Welchia» o «Nachi»- contrarresta los efectos de su antecesor, borra el archivo contaminado por éste e instala el parche habilitado por Microsoft para combatir su infección.
Las estimaciones de las compañías de seguridad en la Red rondan los 570.000 ordenadores afectados por el virus «Blaster», también llamado «Lovsan» o «MSBlast», desde que se detectase el pasado día 11. Unas cifras que dan idea de la suma peligrosidad del «gusano» y a cuyos efectos se han añadido variantes como «MSBlast B» o «MSBlast C». Ayer, sin embargo, expertos en seguridad en la Red dieron a conocer la aparición de una nueva versión del «Blaster», la que corresponde a la letra «D», que al parecer ha sido diseñada no para colapsar el sistema, como hace su antecesor, sino para poner un parche al equipo y borrar los nocivos efectos provocados por «Blaster». «La intención del creador de esta nueva versión parece ser la de convertir a «Lovsan» en inofensivo», dijo Jimmy Kuo, de la compañía de seguridad Network Associates. Sin embargo, Kuo añadió que, en el pasado, siempre que alguien intentó programar un virus benévolo fracasó y obtuvo consecuencias no deseadas.
A pesar de las aparentemente buenas intenciones de «Welchia», los especialistas recomiendan no fiarse. Según el fabricante de antivirus TrendMicro, el nuevo virus está diseñado para sistemas informáticos en tres idiomas -chino, inglés y coreano- y a cualquier otra nacionalidad del equipo puede ocasionarle graves daños. Además, advirtió TrendMicro, los «contragusanos» generan un tráfico adicional en la Red y en lugar de limpiar el sistema de virus, lo congestionan todavía más. Tanto es así que en Japón 6.000 aparatos en las oficinas postales fueron atacados.