La idea de que el tamaño y el peso cerebral presuponen mayor inteligencia es un tópico «muy popular» y «científicamente falso», según las conclusiones de los estudios expuestos ayer por los neurólogos Javier de Felipe y Carlos Acuña en los cursos de la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial. Ambos afirmaron que la importancia de la inteligencia tiene que ver con el número absoluto de neuronas, que significa potencial para más grandes y complejas conexiones neuronales.
«Es cierto que el tamaño del cerebro está determinado por el tamaño del cuerpo, pero esto no quiere decir que aumente la inteligencia», aseguró Acuña, quien señaló que «está fehacientemente comprobado» que no hay una relación lineal entre tamaño, volumen cerebral e inteligencia, «por lo que hay que buscar rutas neuronales para ver cómo funciona la actividad cerebral».
Pero el conocimiento de la existencia de estas conexiones neuronales deja en entredicho determinados asuntos que los neurólogos no han sabido resolver. «Intentamos conocer la estructura neuronal del cerebro, pero aún no sabemos los tipos de neuronas que existen en él, los neurotransmisores y cómo se conectan entre sí, aunque conocemos que el número de sinapsis por neurona varía entre 100 y 100.000 dentro de un mismo cerebro», dijo el catedrático de fisiología y experto en neurociencia.
«Creo que este problema es consecuencia de que no conocemos la estructura del gran desconocido: el cerebro. Además, todo lo que sabemos se basa en una extrapolación de los resultados de la experimentación con animales al hombre», manifestó.
Acuña recordó que entre todos los seres vivos, los humanos no tienen los mayores cerebros, ya que «el mayor cerebro que existe lo posee el cachalote y pesa de siete a nueve kilogramos». Afirmó que en los seres humanos, el peso cerebral varía entre uno y dos kilos e insistió en que este hecho no repercute en la capacidad intelectual del hombre.