La equinácea es una planta que se ha vinculado siempre al alivio de los síntomas del resfriado y la gripe, destacándose la práctica ausencia de efectos secundarios respecto a los productos farmacéuticos. Sin embargo, científicos de la Universidad de Seattle (EE.UU.) han puesto en duda tanto sus virtudes como la inexistencia de efectos secundarios, al menos en lo que se refiere a niños menores de doce años.
Un estudio de estos expertos publicado en la revista «Journal of the American Medical Association» desaconseja el empleo de equinácea en menores de doce años. En las conclusiones de este trabajo, los científicos dicen que los valores curativos de esta planta son prácticamente nulos y, además, puede originar erupciones cutáneas.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron 707 infecciones respiratorias producidas en 407 niños, aunque 79 no llegaron a completar el estudio al no desarrollar la enfermedad. Un total de 337 fueron tratados con equinácea y el resto, 370, con un placebo. La conclusión: «no había diferencia en la duración de las infecciones respiratorias entre las tratadas con equinácea y placebo», asegura James A. Taylor, director de la investigación.
Sin embargo, los autores sí encontraron algo que diferenciaba a los niños tratados con equinácea frente a aquellos a los que se les había suministrado una sustancia inocua, al constatar que un 7,1% de los primeros habían desarrollado diversas erupciones cutáneas.
Por ello, Taylor considera que «dada su falta de eficacia documentada y el riesgo de sufrir erupciones, no es recomendable el uso de equinácea para el tratamiento de las infecciones respiratorias en niños de 2 a 11 años».