Después de ocho años de alejamiento, el planeta Venus y el cúmulo nebuloso de las Pléyades, un conjunto de pequeñas estrellas jóvenes desperdigadas en un área cuatro veces el tamaño aparente de la Luna, se encontrarán este fin de semana. Este fenómeno podrá contemplarse a simple vista.
Mientras que cada noche Venus luce en el cielo vistoso y brillante eclipsando lo que hay a su alrededor, el cúmulo es escurridizo y desaparece en la eclíptica del cielo.
Pero hoy, Venus se deslizará hacia las Pléyades y, poco después de la caída del Sol, el planeta, mirando hacia el Este, será lo más brillante en la mitad del cielo. Encima y un poco a la izquierda se encontrará el cúmulo, que se confunde a menudo con la Osa Menor.
El sábado, la trayectoria del planeta será ascendente y se situará en la parte alargada de la Osa; y el domingo comenzará a alejarse del cúmulo dejándolo a su derecha.
Las Pléyades se formaron hace unos cien millones de años a partir del colapso de una nube de gas interestelar.
Por otro lado, Venus, que emergió de la nebulosa protosolar hace 4,5 billones de años, pasará por delante del disco solar el próximo 8 de junio. Este raro fenómeno, que será visible desde toda Europa, no ha sido observado desde 1882.