La Junta de Andalucía ha autorizado al Hospital Carlos Haya, en Málaga, a realizar trasplantes aislados de páncreas a personas que sufren una diabetes severa que no se controla con otros tratamientos. La novedad consiste en que el paciente sólo recibe el páncreas en vez de hacerle un implante combinado de páncreas y riñón. Estos trasplantes se llevarán a cabo en pacientes insulinodependientes que no responden a otras terapias, pero que en cambio tienen en buen estado el riñón.
La Consejería de Salud de la Junta andaluza ha elegido al centro malagueño para poner en marcha de forma pionera en España este trasplante, basándose en los excelentes resultados logrados (de los mejores en el mundo) por el hospital en los implantes pancreáticos-renales, técnica que viene desarrollando desde 1992. Desde entonces, medio centenar de diabéticos se ha beneficiado de ese tipo de trasplante.
Ahora, con la nueva variante de los trasplantes aislados de páncreas, está previsto que sean intervenidos al año entre tres y cinco enfermos. Fuentes sanitarias dijeron que hay que ser cautos hasta ver los resultados de esta técnica. El nuevo enfoque terapéutico contra la diabetes tipo 1, autorizado por la Consejería de Salud, será evaluado periódicamente por el SAS para comprobar su eficacia.
Además de hacer los trasplantes aislados de páncreas, el Carlos Haya continuará potenciando la investigación de los implantes de células beta a enfermos diabéticos, método cuyos resultados se compararán con los de los mencionados trasplantes.
Único en España
El hospital malagueño será el único centro en nuestro país que efectuará trasplantes aislados de páncreas. Estos implantes se realizaron anteriormente en el Hospital Clínico de Barcelona, que suspendió la línea de trabajo al no obtener los resultados satisfactorios que esperaba. En otros países, como EE.UU., sí hay una mayor experiencia.
El Carlos Haya tiene ya seleccionados a varios pacientes para ser sometidos al nuevo trasplante. Los candidatos son enfermos insulinodependientes que sufren con frecuencia episodios de complicaciones metabólicas (hipoglucemia, hiperglucemia y cetoacidosis). Otra característica que les une es que los tratamientos intensivos de insulina no les mejoran. Todo ello hace que tengan un elevado riesgo de complicaciones incapacitantes secundarias a la diabetes, aunque mantengan una aceptable función renal. Por todo ello, el trasplante aislado de páncreas es la única terapia que queda por probar para ver si hay una mejoría de su estado.