Un equipo de investigadores de la Universidad alemana de Bremen ha descubierto nuevos indicios sobre la posibilidad de que el origen de la vida en la Tierra provenga de partículas y moléculas traídas por cometas.
Esta afirmación la han realizado tras descubrir en un meteorito la presencia de un di-aminoácido, que permite esclarecer a partir de algunas moléculas provenientes del espacio el desarrollo del DNA. Este un componente químico que probablemente pudo haber estado en uno de los antecedentes del material hereditario.
Para el científico del área bioquímica de la Universidad de Bremen Uwe Meierhenrich es probable que los di-aminoácidos presentes en el material cósmico pudieran formarán combinados con el agua, el antecedente del material hereditario denominado PNA (ácido peptídico nucleico), ya que según asegura, estos di-aminoácidos permiten deducir una cadena evolutiva desde las sustancias cósmicas fundamentales, como el hidrógeno y el carbono, hasta el DNA.
Aunque también «hay otras hipótesis sobre lo que pudo haber servido como antecedente del material hereditario. Esta es una de muchas», ha señalado el experto.
Otros indicios
En la misma línea que este descubrimiento, la semana pasada, científicos del Instituto Max Planck de Aeronomía mostraron el descubrimiento de unas moléculas entre las partículas de un cometa que pudieron haber sido una entre las muchas premisas para la producción de DNA en la Tierra. Estas fueron descubiertas con el material recogido por un espectrómetro de masa diseñado por científicos alemanes y alojado a bordo de la sonda estadounidense «Stardust» de la NASA.
Según los científicos de la Universidad de Bremen, se han podido aislar con una refinada técnica de análisis di-aminoácidos del meteorito Murchinson, caído en 1969 sobre Australia. El material de este meteorito es considerado en estado puro por los científicos, es decir, no alterado por influjos terrestres.