El profesor de Personalidad y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Salamanca José Luis Fernández Seara ha dirigido un estudio en el que se analizan los perfiles psicológicos del usuario de Internet. El trabajo, titulado «Perfiles de Personalidad Diferenciales de los Usuarios de Internet» y que tiene entre sus objetivos la investigación para la intervención específica en casos de adicción, señala que estudios descriptivos permiten atribuir patrones de conducta y ciertos rasgos específicos a los internautas, aunque se trata de una clasificación por grupos que no es exclusiva ni independiente.
La investigación, en la que también se profundiza en las características y síntomas del «trastorno o síndrome de adicción a Internet», establece cuatro perfiles: «profesionales», «aficionados», «perturbadores» y «adictos».
Los «profesionales» son definidos como aquellos que dedican largos períodos de su tiempo de trabajo al uso y manejo del ordenador y de Internet para conseguir información, crear contenidos o programas, y, si bien esto puede crear adicción, «lo más común es que con el tiempo ese trabajo se pueda convertir en algo pesado y causar cierto hastío, tedio y desencanto».
En segundo lugar aparecen los «aficionados», personas interesadas en la Red por sus contenidos y para lograr propósitos, hacer intercambios o socializar, «pero todo en un marco de normalidad, sin establecer demasiados lazos ni que se creen interferencias en el desarrollo normal de sus actividades y obligaciones».
Una tercera categoría psicológica, según el estudio, es la de los «perturbadores», un grupo heterogéneo que incluye a «hackers» («piratas informáticos», gamberros y groseros), usuarios que por motivos distintos emplean Internet para perturbar, perjudicar, molestar, aprovecharse y causar daños y problemas a otros usuarios.
Por último, el informe se refiere a los «adictos» como aquellos individuos que «dependen y piensan demasiado en Internet, que interfiere en el desarrollo normal de su vida, actividades y obligaciones, y que sienten la necesidad de incrementar el tiempo de conexión al ordenador».
Este tipo de usuario sufre síndrome de abstinencia, disminuye el tiempo de actividad física, cambia los patrones del sueño y busca compensaciones que no encuentra fácilmente en su vida cotidiana, como estimulación social, afiliaciones y reconocimiento, refiere el estudio.
Dentro de este grupo aparece una serie de sujetos que los investigadores denominan «patológicos», y que son aquellas personas que aunque presentan claras diferencias entre ellos, se caracterizan por una serie de rasgos de personalidad problemáticos: ansiedad, timidez, inestabilidad, vulnerabilidad, introversión, por tener posibles problemas sentimentales y grandes dificultades de relación social en su vida cotidiana.
Así, este tipo de adicto «estaría constantemente conectado y obsesionado por lo que pasa en Internet y viviría pensando en casi todo momento en la red», una dependencia que puede interferir significativamente en sus actividades y obligaciones habituales.
Con relación al «síndrome de adicción a Internet», el estudio indica que «se trata de una adicción o dependencia que se caracteriza sobre todo por una falta de control personal, por un uso abusivo del ordenador, por una excesiva dependencia de Internet y por una distorsión de los objetivos personales, familiares o profesionales». No obstante, precisa que «necesitaríamos más estudios e investigaciones que avalasen estas hipótesis y más programas específicos de rehabilitación».
La investigación cita entre los síntomas más importantes de este trastorno la ansiedad, la agitación psicomotriz, la irritabilidad, los cambios en los patrones del sueño, la vuelta a pensamientos recurrentes y las fantasías y sueños sobre Internet. En esta investigación colaboran, junto al profesor José Luis Fernández Seara, Manuela Mielgo, Francisco José Rodríguez y Soledad Rodríguez.