El consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, Gabriel Inclán, anunció ayer que el Hospital de Cruces, en Barakaldo (Bizkaia), comenzará el año que viene a realizar transplantes renales con donantes vivos.
La medida será una alternativa para los enfermos de riñón que necesitan un transplante urgente en esta comunidad autónoma, que registra una media de más de 40 donantes por millón de habitantes -cifra que supera las estadísticas estatales y mundiales-.
«No podemos perder ninguna oportunidad, una vez aprendida la técnica, de incorporar nuevas fórmulas de introducir órganos que puedan mejorar la vida de los enfermos crónicos, al menos hasta que podamos disponer de órganos que sean capaces de hacerse mediante ingeniería genética», señaló Inclán, al tiempo que admitió que la formación para este tipo de transplantes es «complicada» porque precisa «mucha habilidad».
Por otro lado, el consejero adelantó que su departamento estudia que las farmacias exijan a los usuarios su identificación sanitaria, es decir, la Tarjeta Individual Sanitaria (TIS), para despachar las recetas, con el objetivo de evitar fraudes.