Baleares inmoviliza otras cuatro granjas en Mallorca tras confirmar la presencia del antibiótico cloranfenicol

El Ejecutivo autónomo intensificará los controles en explotaciones, mataderos y puertos para detectar el uso de este fármaco
Por EROSKI Consumer 24 de diciembre de 2004

El Gobierno balear ha procedido a inmovilizar otras cuatro granjas en Palma de Mallorca tras confirmar la presencia del antibiótico cloranfenicol en muestras de animales, según informó la consejera de Salud, Aina Castillo. Estas explotaciones, tres de pollos y una de ovejas, se suman a las otras tres que se clausuraron hace unas semanas por la misma causa.

A última hora de la mañana de ayer, el laboratorio del Centro Nacional de Alimentación, en Majadahonda (Madrid), confirmó la presencia «en dosis extremadamente bajas» de este antibiótico, prohibido en la Unión Europea (UE) desde 1994 para el tratamiento de infecciones de animales destinados al consumo, aunque no en la medicina humana, en muestras de las cuatro granjas, explicó Castillo. De inmediato, la Consejería de Agricultura procedió a su cierre cautelar.

La detección de esta sustancia en seis explotaciones -otra sospechosa, de pollos, se reabrió el pasado día 13 tras arrojar los análisis un resultado negativo- pone de manifiesto un «incremento inusual» en la utilización de este antibiótico para tratar infecciones animales, señaló la consejera.

Protocolo de actuación

Ante esta situación, anunció que su departamento ha elaborado un protocolo de actuación que, entre otras medidas «extraordinarias», incluye la intensificación de los controles en explotaciones, mataderos y puertos, esta última actuación en colaboración con la Delegación del Gobierno, a fin de detectar la llegada de piensos contaminados. Asimismo, se podrán inmovilizar granjas en cuanto haya sospecha de animales contaminados, que no se reabrirán hasta que los análisis den negativo.

Castillo tranquilizó a la población al asegurar que el cloranfenicol se ha hallado en cantidades «extremadamente bajas», «trazas», de 0,2 y 2,4 partes por billón. Por tanto, sería necesario comer «250.000 kilos de carne de pollo» contaminado para tomar el equivalente a un comprimido destinado a la medicación humana. En esta línea, el catedrático de Bioquímica y Biología Animal de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Andreu Palou, insistió que el riesgo es apenas insignificante, tanto para las personas adultas como para los niños, por lo que no es necesario modificar los hábitos alimentarios.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube