Según un informe del grupo ecologista WWF, para el año 2026 las temperaturas mundiales podrían incrementarse hasta provocar peligrosas alteraciones en el clima de la Tierra. La agrupación asegura que como no se haga nada al respecto, «la Tierra se calentará en 2 grados centígrados entre 2026 y 2060».
El comunicado de la organización explica que, a pesar de que pocos científicos habían estimado un incremento tal, podría producirse un «peligroso» cambio climático, elevando el nivel del mar y originando más inundaciones, tormentas y sequías y llevando a algunas especies hacia la extinción. Además, en este sentido, WWF asegura que la región ártica se va a calentar más rápido, amenazando la forma de vida de los cazadores indígenas al descongelarse el casquete polar y llevar a especies como los osos polares hacia la extinción.
El científico y experto en climatología de la Universidad de Oxford Mark New ha explicado que este estudio esta basado en la revisión de los modelos climáticos usados por la ONU en su último informe de 2001. Por otro lado, otra investigación internacional reflejó la semana pasada que el aumento de las temperaturas era un factor fundamental para el clima. Sin embargo otros trabajos estiman alarmistas estos datos y calculan que las temperaturas crecerán bastante menos, si es que lo hacen, por el aumento de gases de efecto invernadero.
El Ártico
En cuanto a la zona del Ártico, el estudio apunta que sufrirá una subida de las temperaturas de entre 3,2 y 6,6 grados si el planeta lo hace globalmente 2 grados. Ello conllevaría el derretimiento del casquete polar en el verano de 2100, llevando a los osos polares hacia la extinción.
Al mismo tiempo ello conllevaría que, en tierra, los bosques crecerían hacia el norte, acabando con la tundra que es hábitat de pájaros como el escribano nivel (Plectrophenax nivalis) y las golondrinas. El Ártico se calienta más rápido que el resto del planeta, y un informe de 250 científicos del año pasado preveía que este calentamiento abriría nuevas rutas de navegación y haría la región accesible para la exploración de crudo y gas.
Protocolo de Kioto
Las temperaturas mundiales han subido aproximadamente 0,7 grados desde 1750, de lo que la mayoría de los científicos culpan al aumento de gases como el dióxido de carbono, emitidos por los combustibles fósiles en fábricas, plantas energéticas y coches.
Tanto WWF como otras agrupaciones ecologistas y la Unión Europea creen que los gobiernos deberían poner freno a las emisiones de gases de efecto invernadero para intentar impedir un incremento en la temperatura.
Sin embargo algunos países, como Estados Unidos, se han negado a aplicar los recortes obligatorios que establece el Protocolo de Kioto de la ONU.