El Gobierno está dando los últimos retoques a la Ley contra el Tabaco. Tan avanzados están los trabajos que es posible que el Consejo de Ministros apruebe este mes o, en el peor de los casos, en la primera semana de marzo, el proyecto de ley, que prohibirá fumar en los centros de trabajo a partir de enero de 2006, según anunció ayer la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
El texto, que incorpora al ordenamiento jurídico español una directiva europea aprobada en mayo de 2003 que prohíbe la publicidad del tabaco en prensa, radio y televisión, proscribirá el humo del tabaco en cualquier lugar donde se preste atención al ciudadano, centros de atención social a menores de 18 años, mercados, sitios donde se transformen, elaboren y preparen alimentos, recintos de cajeros automáticos, medios de transporte colectivo (incluidos los aéreos), estaciones de autobús (salvo que estén al aire libre), ferrocarriles, aviones, etc.
La futura norma prevé la posibilidad de que algunos establecimientos, como restaurantes y lugares de ocio que tengan una superficie superior a los 100 metros cuadrados, puedan acondicionar zonas para fumadores. Estos espacios también se podrán habilitar en cines, teatros y otros espectáculos públicos que se ofrezcan en lugares cerrados, así como en lugares privados en los que se desarrolle una actividad comercial, centros de atención social y aeropuertos.