La insuficiencia cardiaca es uno de los problemas de corazón que ha convertido a las enfermedades cardiovasculares en la gran epidemia del primer mundo. Es un trastorno progresivo y letal que le resta al corazón su capacidad de bombeo, incluso con el tratamiento adecuado. Cuando progresa la enfermedad, incapacita al paciente para realizar el más mínimo esfuerzo; apenas pueden moverse por la fatiga, se les hinchan las piernas y les falta el aire. Los reingresos con esta enfermedad son tan frecuentes que se estima que el 81% mueren o se ven obligados a volver al hospital en menos de un año.
Para estos enfermos, el trasplante de corazón ha sido hasta hace poco tiempo la única solución. En España, hace dos años, centros como el Hospital Clínico San Carlos de Madrid o el Clínico de Barcelona empezaron a introducir una nueva terapia que consigue sincronizar los corazones más fatigados por la insuficiencia cardiaca. Un estudio europeo en el que han participado 82 hospitales, siete españoles, acaba de confirmar los beneficios de los desfibriladores en los enfermos con insuficiencia cardiaca grave.
El trabajo, que ha publicado «New England Journal of Medicine», se ha realizado con 813 pacientes que pese a tomar los medicamentos recomendados, sufrían una fatiga que les impedía realizar vida normal, incluso padecían en reposo. El corazón de los pacientes estaba tan debilitado que la «fracción de eyección» -un parámetro que mide la cantidad de sangre que expulsa el ventrículo izquierdo- era inferior al 30%, cuando normal es que supere el 50%.
Los enfermos fueron divididos en dos grupos: el primero fue controlado con fármacos y al resto, además de la medicación, se les implantó un marcapasos. El estudio demostró que los pacientes con marcapasos se encontraban mejor y acudieron menos al hospital. Además no sólo vivieron mejor, sino más tiempo.
«Es la primera vez que un estudio demuestra que un marcapasos mejora la calidad de vida y la supervivencia en enfermos que sufren insuficiencia cardiaca», asegura Julián Villacastín, jefe de la Unidad de Arritmias del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico de Madrid. Este especialista está convencido de que los marcapasos biventriculares abren «una nueva vía de esperanza para el tratamiento de estos enfermos». De momento, se pueden beneficiar de la terapia pacientes graves, alrededor de un 10% de todos los que padecen insuficiencia cardiaca. «Con el paso del tiempo es esperable que se demuestre su beneficio en enfermos menos graves», aventura.