El auge de las adopciones en Etiopía por parte de familias españolas ha sido detenido en seco por el Gobierno del país, pero de forma exclusiva para las adopciones realizadas a través de la vía «pública», también conocida como adopción «por libre». Este tipo de adopciones las realiza la familia, por este orden, a través de la respectiva comunidad autónoma, posteriormente el Gobierno (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales), y luego la Embajada o Consulado.
Asuntos Sociales considera que todo se debe a un problema de política interna etíope, pero desde el país africano temen no recibir los «informes de seguimiento» de los adoptados, trámite obligatorio que es responsabilidad tanto de la comunidad autónoma respectiva como del propio Gobierno.
Sin embargo, Etiopía no pone ningún impedimento a las adopciones a través de Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAI).
Según el subdirector general de Adopción del país africano, «el número creciente de adopciones por libre y las sospechas de que este sistema está desembocando cada vez en comportamientos poco éticos de los tramitadores y orfanatos, ha llevado a tomar la decisión de enviar informes negativos al juez de Familia cuando se trate de adopción pública».
De momento, el Ministerio ha decidido «interrumpir el envío de nuevos expedientes (de adopción) por vía pública» hasta que se clarifique la situación. Las familias españolas adoptaron 12 niños etíopes en 2002; 107, en 2003, y 220 el año pasado.