Muchos de los virus que infectan bacterias, pero también algunos de los que atacan a los humanos, como el herpes, utilizan un «motor» molecular para introducir su propio ADN en las células que invaden, un complejo mecanismo que un grupo de investigadores de California ha logrado manipular a su antojo.
Con «pinzas» magnéticas y ópticas y aplicando fuerzas mecánicas, los expertos dirigidos por el peruano Carlos Bustamante, del departamento de Biología Molecular de la Universidad de Berkeley, han conseguido coger un solo virus, «agarrar su extremo distal de ADN y jugar al tira y afloja con él», explica el investigador en la revista «Cell».
Las enzimas ATPases controlan el motor que utiliza el virus para introducir su genoma en la cápsula en la que se empaqueta para invadir la célula, y los investigadores muestran que funcionan sucesivamente para que el mecanismo tenga la suficiente potencia.
El motor molecular funciona convirtiendo la energía de hidrólisis de esas enzimas en un trabajo mecánico que libera la fuerza necesaria para vencer la presión que el ADN de la célula invadida genera como rechazo al intruso.
Los investigadores han podido determinar cuál es la fuerza máxima que puede generar el virus, han establecido un ciclo mecánico-químico del mismo y han descubierto que por cada ATP hidrolizado se «empaquetan» dos pares de bases de ADN.
«Saber cómo funciona este motor es de gran interés porque puede dar muchas pautas de cómo lo hacen sus homólogos en virus humanos, y de este modo quizá sea posible diseñar fármacos que los bloqueen», afirma Bustamante.