«Cinco millones de niños podrán salvarse entre este año y 2015 y otros cinco millones en los diez años siguientes. Si uno tiene la tecnología para vacunar a alguien ahora, es inmoral esperar para hacerlo. Las muertes son innecesarias, evitables y se pueden prevenir», aseguró ayer el ministro británico de Economía al presentar el nuevo plan financiero internacional destinado a facilitar vacunas para salvar la vida de millones de niños al año en los países más pobres.
Este plan se ha denominado Facilidad Financiera Internacional de Inmunización (IFFIM, en sus siglas inglesas) y tiene como objetivo reunir 4.000 millones de dólares en diez años para desarrollar campañas de vacunación contra la hepatitis B, la polio, el tétanos, el sarampión, la difteria, la fiebre amarilla o la gripe, entre otras enfermedades.
«Los beneficios de esta iniciativa serán enormes. Incrementar el acceso a la inmunización puede reducir la mortalidad de los menores de cinco años en dos tercios para 2015», manifestó ayer el doctor Lee Jong-Wook, director general de la Organización Mundial de la Salud y miembro de la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización (GAVI). Además varios millones de niños más se podrían salvar en los siguientes años gracias a la investigación de nuevas vacunas.
En los últimos años, los esfuerzos en inmunización habían disminuido por la falta de dinero. Por esa razón, el objetivo de las investigaciones cambió y se basó en alcanzar una mayor eficiencia en términos de «coste-efectividad» del dinero aportado. Con los 4.000 millones de dólares que se han prometido ahora, «se incrementará el número de niños que reciben de forma habitual sus vacunas, se salvarán millones de vidas y se alcanzará el objetivo mundial de reducir la muerte infantil», afirmó Graca Machel, presidenta del Fondo de Vacunación. Machel también apuntó ayer el potencial impacto que tendrá el programa GAVI en los esfuerzos por alcanzar los «Objetivos del Milenio», tema principal de la Cumbre Mundial de la ONU que comienza el 14 de septiembre y que reunirá a 170 líderes mundiales durante tres días en Nueva York.
Aportaciones
El nuevo plan Facilidad Financiera Internacional de Inmunización (IFFIM) es en el que más países y organizaciones han participado. Será sufragado en un 35% por Reino Unido, que aportará 130 millones de dólares durante cada uno de los diez años de su primera fase. El resto será puesto por Francia (25%), Italia (10%), España (3%), que pondrán cien, treinta y doce millones al año respectivamente, y Suecia, que colabora con 27 millones de dólares para los diez años. El resto del dinero, 750 millones de dólares, provendrá de la Fundación Bill y Melinda Gates. Otros patrocinadores del proyecto son la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef, el Banco Mundial, la industria de vacunas de los países promotores y de los países en desarrollo y numerosas ONG.
Desde el año 2000, la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización ha ayudado a 78 millones de niños. En el año 2004, esta alianza internacional, junto al Fondo de Vacunación, había actuado en 70 países y evitado más de un millón de muertes prematuras en sus cuatro años de existencia. Sus resultados hablan solos. En los países que se han aprovechado de sus ayudas, 8,7 millones de niños fueron inmunizados contra la difteria, el tétanos y la tosferina. Además, a finales del año pasado el número de vacunados contra la hepatitis B era de 71,9 millones, más de 9,3 millones habían recibido la vacuna del haemophilus B para prevenir infecciones y 10,5 millones de menores estaban protegidos contra la fiebre amarilla.
Por su parte, la llamada Facilidad Financiera Internacional de Inmunización (IFFIM) comenzó siendo algo distinto: un plan del Gobierno británico para reducir la brecha entre los países ricos y pobres en todos los ámbitos a través de una aportación internacional de 5.000 millones de dólares. En noviembre de 2004, los gobiernos de Reino Unido y Francia anunciaron que el proyecto se reduciría al terreno de la inmunización, un plan a menor escala sería más fácil de ser llevado a la práctica. Ayer se hizo realidad este esfuerzo que reducirá el escalón de desigualdad entre países y que sirve de ejemplo para que se adopten otros compromisos, también necesarios, en la Cumbre Mundial de la ONU.