En colaboración con la Universidad de Zaragoza, el Gobierno de Aragón ha iniciado un proyecto biomédico que investigará con células madre, tanto embrionarias como adultas. Con este objetivo se ha creado el Grupo en Aragón de Investigación en Medicina Regenerativa (GAMER), que está formado por grupos de la mencionada institución académica y del Servicio Aragonés de Salud.
Si bien algunos de estos grupos de investigación ya trabajan con células madre adultas, con la creación del GAMER se añadirán proyectos de investigación con células madre embrionarias, obtenidas de embriones congelados, algo que es posible después de que el Gobierno central aprobara en octubre de 2004 un real decreto que permite que los progenitores den su consentimiento para donar los embriones no utilizados en los procesos de fertilización.
El GAMER está integrado por entre 70 y 80 investigadores que pertenecen a grupos de investigación ya consolidados, a los que en los próximos cuatro años se les irán sumando hasta 31 nuevos profesionales entre nuevos investigadores -pre y post doctorales-, y personal técnico.
Tras la creación del GAMER, se está a la espera de la firma de un convenio con el Instituto de Salud Carlos III para establecer un acuerdo marco que permita llevar a cabo actuaciones en Biomedicina y Ciencias de la Salud y un convenio para la organización, coordinación y estímulo de la investigación en medicina regenerativa. El convenio podría firmarse en las próximas semanas.
La consejera de Salud y Consumo de Aragón, Luisa Noeno, se refirió durante la presentación del proyecto a los «atractivos» que estas líneas de investigación ofrecen «en el caso de patologías degenerativas como el Parkinson, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares». No obstante, los dos coordinadores del proyecto, Luis Larrad, profesor de la Universidad de Zaragoza y jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Clínico Universitario, y Pedro Muniesa, profesor titular del Departamento de Anatomía, Embriología y Genética Animal de la Universidad de Zaragoza, advirtieron de que todavía queda mucho camino por recorrer.
«Hablamos en tiempo futuro» ya que «la aplicación terapéutica la vemos lejos, pero es una herramienta en la que nos tenemos que poner a trabajar», precisó Muniesa, mientras que Larrad se refirió a los problemas que presentan tanto las células madre adultas como las embrionarias. En relación con estas últimas, explicó, entre otras cosas, que son difíciles de controlar y por eso presentan un «potencial oncogénico». Larrad agregó que «la investigación con células madre está comenzado» y ésta es «una buena ocasión para incorporarnos» a ella.
El Gobierno aragonés ha destinado este año 600.000 euros para este proyecto biomédico, según la consejera de Salud, que estimó que en los próximos cuatro años la cifra total se elevará a los 17 millones de euros, financiación que se obtendrá tanto del Gobierno de Aragón, de fondos europeos FEDER y del Ministerio de Sanidad. Además, no descartan conseguir otras vías de financiación.
Por su parte, el director gerente del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, Esteban de Manuel, recordó que ya hay otras comunidades autónomas con proyectos en marcha, como son Andalucía, Cataluña y Valencia, y el resto está trabajando también en esta línea.