La tasa de ahorro de los hogares españoles ha caído un 46,5% entre 1995 y 2005, por lo que su necesidad de financiación alcanza ya el 2% del Producto Interior Bruto (PIB), fundamentalmente debido al endeudamiento por la adquisición de vivienda, según datos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Funcas estima que la tasa de ahorro bruta de las familias se situará en 2005 en el 7,4% de su renta disponible, la más baja de la historia, mientras que la amortización de los pasivos financieros en manos de los hogares necesitará una financiación del 9,9% de la renta, situación que considera «muy preocupante».
En concreto, las cajas calculan que cada familia tiene de media un endeudamiento aproximado de 50.000 euros, lo que les coloca en una situación de «mucha vulnerabilidad» ante un más que probable aumento de los tipos de interés o una «brusca» corrección del precio de la vivienda. De hecho, el ahorro familiar en 2004 registró un saldo nulo, tras perder 4,5 puntos en los últimos siete años, y para 2005 Funcas contempla una previsión negativa de más de un punto.
Esta caída del ahorro se debe, según la Fundación, a los bajos tipos de interés, a la elevación del precio de los activos reales y financieros, al envejecimiento de la sociedad, y al descuento que hacen las familias de las posibles rebajas fiscales.
Para Victorio Valle, director general de Funcas, «la situación del ahorro es preocupante». Como no se puede pedir a los hogares que recorten sus gastos de un día para otro, ni frenar la inversión de las empresas, porque se deterioraría el crecimiento económico, Valle pide a las administraciones que recorten el gasto, que sean más ambiciosas en sus previsiones de superávit, y que no caigan en la tentación de aplicar rebajas generalizadas de impuestos.
El responsable de la Fundación rechaza que la fuerte actividad crediticia pueda lesionar las cuentas de las entidades de crédito, dadas las coberturas y provisiones realizadas. No obstante, reconoce que el fuerte drenaje de recursos que supone la demanda de préstamos por parte de las familias está llevando a las empresas a aumentar su endeudamiento exterior.
Riesgo por territorios
En las economías domésticas, el riesgo va por territorios. El estudio de Funcas revela que Álava se sitúa a la cabeza de las provincias españolas por su nivel relativo de ahorro doméstico, que es 13 puntos superior a la media, mientras Granada ocupa el último puesto, con una tasa de ahorro inferior en seis puntos al promedio.
Como pauta general, el ahorro es más alto en las provincias más ricas, pero hay significativas excepciones. Los hogares de los grandes centros urbanos ahorran menos pese a disponer de economías mucho más saneadas; y así ocurre que Madrid, cuarta provincia por su PIB por habitante, cae al puesto 35 cuando se mide su tasa de ahorro. Algo similar ocurre en Barcelona, Zaragoza, Valencia y Málaga.
Álava es la primera en nivel de renta por habitante y tasa de ahorro. Pero Vizcaya, número dos en PIB «per cápita», baja al puesto número 20 en cuota de ahorro. Y Lérida, con la segunda proporción más elevada de ahorro sobre renta disponible -siete puntos superior a la media-, desciende al puesto 15 en PIB por habitante.