La Administración de Alimentos y Fármacos de EE.UU. (FDA) ha aprobado un novedoso sistema que ayuda a dejar de roncar y a evitar la apnea del sueño. Está formado por tres pequeñas barras que se insertan cerca de la úvula o campanilla con el objetivo de proporcionar rigidez al velo del paladar para limitar su movimiento y facilitar la respiración. No necesita cirugía, se coloca en la consulta con una ligera anestesia, apenas produce molestias y, además, el tratamiento es reversible si no funciona.
Las personas con apnea roncan exageradamente durante la noche porque se obstruye la vía aérea al intentar introducir aire en los pulmones. Esa obstrucción se puede producir por diferentes situaciones: por la obesidad del propio enfermo, cuando se tienen amígdalas o una base de lengua de gran tamaño, existen obstrucciones nasales (cornetes desarrollados, desviación del tabique…), la úvula o campanilla es demasiado alargada o el velo del paladar es muy flácido. Cuando este tejido no está rígido, la respiración puede provocar una vibración al pasar y originar ronquidos tan molestos que llegan a alcanzar los 60 decibelios. Para este tipo de obstrucción estaría indicado el nuevo implante.
Otro requisito es que los ronquidos sean benignos y la apnea leve o moderada. El implante no funciona en aquellas personas muy obesas o cuando la causa de la apnea es otro tipo de obstrucción al velo del paladar.
La cirugía contra la apnea que hoy se practica consiste en eliminar parte del paladar blando y de la úvula. Se realiza con láser o con técnicas de radiofrecuencia para dejar libre la vía respiratoria.
Para los enfermos severos alérgicos al bisturí, la alternativa es utilizar una mascarilla especial durante el sueño. Este dispositivo introduce a través de la nariz una corriente de aire a presión que empuja el paladar e impide el ronquido. Además, favorece el descanso porque el paciente puede respirar de forma continuada.