Según previsiones de Banesto, los inmigrantes comprarán una media de 40.000 pisos anuales hasta 2008. Ello les convierte en el «segmento más dinámico en la demanda actual de vivienda de primera y segunda mano», señalan desde la entidad, que añade que en el período comprendido entre 2009 y 2013 la media anual de viviendas adquiridas por este colectivo descenderá hasta las 25.000 unidades aproximadamente.
El colectivo latinoamericano, con los ciudadanos ecuatorianos a la cabeza, realizó el 43% de las compras de vivienda realizadas en 2005 por inmigrantes. Después, con un 13,2% de las adquisiciones en el pasado año, se situaron los subsaharianos.
La directora hipotecaria de Banesto, Beatriz Calvo, afirmó que los inmigrantes gastaron una media de 142.000 euros para adquirir una vivienda, «no muy lejos de la media de los clientes nacionales». La tasa de morosidad en las hipotecas concedidas a los inmigrantes es del 0,20%, frente al 0,21% del conjunto de los clientes de Banesto. Los grandes grupos de inmigrantes demandantes de vivienda nueva tienen una edad media que oscila entre los 30 y los 45 años, aunque en el grupo de entre 14 y 25 años «hay un importante porcentaje de población que probablemente acabará demandando vivienda», ya que está escolarizado en España y tendrá menos problemas de integración, aseguró Calvo. Los hogares formados por inmigrantes están formados por un mayor número de individuos que en el caso de los españoles. En este sentido, casi la mitad de los compradores busca una vivienda con 3 dormitorios.
La fuerte entrada de extranjeros en España ayuda a la demanda de vivienda de segunda mano de peor calidad y de la vivienda nueva en «zonas frontera» (limítrofes a ciudades de importancia) con menor precio, lo que «permite generar viviendas de reposición», dijo Calvo. Además, con el paso del tiempo «el mercado de inmigrantes de hoy se integrará dentro de la demanda de vivienda nueva con un peso significativo, ayudando a sostener la demanda», agregó.