Los Estados miembros elaborarán planes de acción con medidas concretas para reducir un 9% su consumo energético en nueve años, según la directiva de eficiencia energética aprobada ayer definitivamente por los ministros de Energía de la UE.
Los 25 Estados miembros deberán aplicar las medidas necesarias para reducir un 1% anual su consumo energético durante los nueve ejercicios siguientes, según esta normativa, que entrará en vigor en abril próximo pero con un periodo de transposición de dos años. El ministro austríaco de Economía, Martin Bartenstein, en nombre de la presidencia de turno de la UE que ocupa su país, señaló que si bien se trata de un objetivo voluntario, es un paso importante para lograr, a largo plazo, un sistema energético sostenible.
El potencial de ahorro energético en los Veinticinco, sin que esa reducción de consumo afecte al estilo de vida, es del 30%, según los datos de la Comisión Europea (CE). Un ahorro de energía del 1% anual podría rebajar a la mitad las emisiones de dióxido de carbono y permitir que la UE alcance el objetivo fijado en el Protocolo de Kioto de reducir en un 8% sus emisiones más contaminantes para el año 2012.
Esta normativa recién aprobada pretende incentivar el ahorro de energía y en su ámbito de aplicación se incluyen casi todas las formas de energía suministrada a los consumidores, tales como electricidad, gas, combustible para calefacción y carburantes. Los países tendrán que presentar tres planes de acción de eficiencia energética, pero después será la CE la que examine «si son realistas y suficientes» y, en caso necesario, podrá proponer iniciativas adicionales. También se incluye en esta directiva una disposición sobre las facturas de energía que llegan al consumidor y que deberán reflejar el consumo efectivo y no las previsiones habituales, lo que es «muy importante» para que los ciudadanos se impliquen en el ahorro.
La UE podría ahorrar 15.000 millones de euros en petróleo en un periodo de seis años si aplica nuevas medidas de eficacia energética, que permitirían reducir un 1% anual el consumo, según los estudios realizados por Bruselas.