El planeta asiste en estos momentos a la peor oleada de extinciones de especies desde que los dinosaurios habitaran la Tierra, hace 65 millones de años. Lo dice un informe de la Convención para la Diversidad Biológica de la ONU, publicado con motivo de la reunión del organismo en Curitiba (Brasil). «Somos responsables de la sexta mayor extinción de la historia de la Tierra, y la mayor desde que desaparecieron los dinosaurios», precisa el informe.
La creciente población humana de 6.500 millones de habitantes está dañando el medio ambiente de animales y plantas a través de la polución, la expansión de las ciudades, la deforestación, la introducción de especies foráneas y el calentamiento global.
El documento estima que el actual ritmo de extinciones es mil veces más rápido que los niveles históricos. Según una lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), 844 animales y plantas se han extinguido en los últimos 500 años, una cifra que se cree está subestimada.
Desde 2000 a 2005 la pérdida neta anual de bosques fue de 7,3 millones de hectáreas, el equivalente al tamaño de Panamá o Irlanda, indica el informe. Y añade que las pérdidas medioambientales anuales causadas por la introducción de pesticidas en EE.UU., Australia, Reino Unido, Sudáfrica, India y Brasil se estiman en más de 100.000 millones de dólares.
La ONU insta a que se hagan esfuerzos para salvaguardar hábitats como los desiertos y las selvas y a mejorar la gestión de los recursos acuíferos y madereros. Respecto a esto último apunta que un 12% de la superficie de la Tierra está en áreas protegidas, frente a sólo el 0,6% de los océanos.
También recomienda más recortes de los niveles permitidos de contaminación y reducir las emisiones industriales de gases por combustión fósil, una de las principales causas del calentamiento global.