Las grandes centrales térmicas de carbón de España, Polonia, Ucrania y Bulgaria encabezan la lista de fuentes de emisión más perjudiciales para la salud en Europa, según se desprende del estudio realizado por la organización sueca Acid Rain y que ha difundido Ecologistas en Acción. El informe, que cada año elabora la ONG sueca a partir de las emisiones de las distintas centrales termoeléctricas europeas, estima que cada una de estas plantas es responsable de una reducción de la esperanza de vida de entre 10.000 y 20.000 años, equivalente a entre 1.000 y 2.000 muertes prematuras cada año.
Las centrales de As Pontes (Galicia) y Teruel (Aragón) se encuentran en el primer y tercer lugar, respectivamente, de la clasificación europea de instalaciones más dañinas para la salud de los ciudadanos, según ha informado en un comunicado la organización ecologista española.
Impacto económico
Además, en términos económicos, los daños a la salud atribuibles a la exposición a las partículas finas originadas a partir de las emisiones de SO2 y de NOx por grandes fuentes puntuales en la Europa de los 25 son del orden de entre 59.000 y 170.000 millones de euros anuales, dependiendo del valor de mortalidad aplicado. Incluso si se toma el valor más bajo de mortalidad, el análisis indica que el coste de los daños a la salud por unidad de energía producida estaría en el rango de 2 a 20 céntimos el kilovatio hora (kWh).
«Si los costes sanitarios se incluyeran en los costes de generación, el precio por kwh de la electricidad generada en centrales térmicas de carbón aumentaría de un 30% a un 600%», señaló Ecologistas en Acción. «Si se considerasen otros costes externos, como los que se refieren a los impactos de cambio climático, acidificación, eutrifización y ozono troposférico, los precios aumentarían aún más», aseguraron desde la organización.